Poesía Ặntiviral – Poemas para la vida [Una acción poética urgente con motivo de la excepcional situación ocasionada por la pandemia del Covid – 19] – XLV – Carta a nuestros héroes – María Ángeles Rodríguez Marmolejo

Poesía Ặntiviral – Poemas para la vida [Una acción poética urgente con motivo de la excepcional situación ocasionada por la pandemia del Covid – 19] – XLV – Carta a nuestros héroes – María Ángeles Rodríguez Marmolejo

Poesía Ặntiviral – Poemas para la vida [Una acción poética urgente con motivo de la excepcional situación ocasionada por la pandemia del Covid – 19] – XLV – Carta a nuestros héroes

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Entregado y valiente personal sanitario, de farmacia, de las fuerzas de seguridad, del transporte, de todos los comercios abiertos, de limpieza, del sector alimentario,…

Ahora sé que no estamos solos. Os tenemos a vosotros dándolo todo día y noche. Nosotros mientras nos quedamos en casa y asistimos horrorizados al espectáculo dantesco de las cifras de fallecidos que van ya sin apenas poder hacer nada. Vosotros, los sanitarios, estáis en primera línea de batalla contra este enemigo cruel que ha aparecido en nuestras vidas para arrebatárnosla sin piedad. No os ha temblado el ánimo para seguir ejerciendo vuestro trabajo con toda la humanidad y profesionalidad que os caracteriza, aún sabiendo que el riesgo es tan grande que sois los que más os estáis contagiando. Escuchamos que apenas contáis con los medios técnicos necesarios para luchar contra este virus y, sin embargo, os las ingeniáis para seguir salvando vidas. Os estáis sacrificando por nosotros y por eso la humanidad está impresionada con vuestra entrega y ejemplo. Y, a cambio, sólo nos habéis pedido que permanezcamos en casa para evitar cualquier posible contagio. Tenéis el valor y la caridad de cuidar a los que más queremos y, aunque todos salimos al balcón cada tarde a regalaros un aplauso merecido, sabemos que no es suficiente. Merecéis mucho más pues sois héroes de la realidad y no de la ficción, y por eso creemos más en vosotros y nos sentimos pequeños pero seguros a vuestro lado. Sois humanamente excepcionales.

Todo el personal de otros sectores estáis ahí apoyando esta ardua labor de salir adelante también, sacando fuerzas y una sonrisa para que creamos en que vamos a lograrlo entre todos, vamos a ganar la batalla al coronavirus y contagiarnos pero de abrazos cuando todo pase.

Esta crisis sanitaria, en la que estamos inmersos todos los países del mundo, terminará algún día. y pasaremos por una tremenda crisis económica que evidenciará lo caprichosa e imprevisible que es la diosa Fortuna.
Algunos saldrán adelante sin heridas y olvidarán pronto el agobio y la incertidumbre que supone vivir ahora confinados; otros, empezarán a resituarse en esta sociedad como mejor sepan o puedan, y amarán la rutina de nuevo, las nuevas oportunidades, sin quejarse tanto; y la mayoría puede que pierda a un familiar o amigo y se preguntará por qué no se hizo todo lo imposible para impedir la pérdida, cómo no se pudo controlar mejor esta pandemia que devora inmisericorde la vida humana. Y sus lágrimas serán siempre de una tristeza inmensa, de una rabia controlada, de una impotencia imperdonable y de una resignación infinita.

Todos deberíamos mostrarnos más sensibles al sufrimiento ajeno. En esta sociedad, en la que prima el individualismo, lo superficial, el poder, la mentira,… aún hace falta más bondad y empatía, más compañerismo y ayuda. Por eso nos conmueve tanto los ejemplos solidarios que en estos instantes está dando tanto gente conocida como anónima. Nos emocionamos porque ser generosos sin esperar nada a cambio es lo más grande, pues saca lo esencial que tenemos dentro para que se haga visible. Somos calidad humana. Ser respetuosos, compasivos, afectuosos, solidarios… Eso es ser humano, la esencia que siempre quedará invicta y verdadera en nosotros.

Todos nosotros estamos aprendiendo ahora la lección más difícil y sencilla a la vez: nos necesitamos los unos a los otros y ese es el motivo principal para que nos amemos y agradezcamos nuestra existencia a cada instante.

Gracias a todos los que hacéis que la vida sea el mejor lugar posible.
Gracias por hacérnosla más agradable.
Gracias por ser humanos.

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María Ángeles Rodríguez Marmolejo

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