Poesía Ặntiviral – Poemas para la vida [Una acción poética urgente con motivo de la excepcional situación ocasionada por la pandemia del Covid – 19] – XL – Ya nos lo decía el Cine – Pedro García Cueto

Poesía Ặntiviral – Poemas para la vida [Una acción poética urgente con motivo de la excepcional situación ocasionada por la pandemia del Covid – 19] – XL – Ya nos lo decía el Cine – Pedro García Cueto

Poesía Ặntiviral – Poemas para la vida [Una acción poética urgente con motivo de la excepcional situación ocasionada por la pandemia del Covid – 19] – XL – Ya nos lo decía el Cine

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Fotograma de Morte a Venezia [Luchino Visconti, 1971]

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No nos debemos sorprender porque el mundo del cine ya nos había mostrado las imágenes de la pandemia en muchas ocasiones. Todos sabemos que primero ha sido la realidad y luego el cine, pero no debemos olvidar que el esfuerzo de las imágenes de las películas para captar ese horror ha quedado reflejado en cintas como El séptimo sello, de Bergman, donde Max Von Sydow juega una partida de ajedrez con la muerte.

No debemos olvidar esas imágenes sombrías de la película que reflejan aquella famosa peste que asoló al mundo. De alguna manera, el pensamiento de Bergman sobre el tema de la existencia, esa duda existencial que siempre ha sobrevolado el cine del gran director sueco. Bergman conoce el dolor humano, en las relaciones humanas que no acaban de funcionar porque hay una incomunicación latente entre seres heridos por la vida.

La muerte ha quedado personificada magistralmente en forma de epidemia por la literatura en La peste de Albert Camus, pero en el cine podemos ver como Gustav Von Aschenbach en la Venecia que creó Mann en su novela y que llevó al cine Visconti come una fresa envenenada mientras la mirada de Tadzio está siempre presente. Cuando muere en la playa mientras el cólera se extiende por toda la ciudad, Tadzio señala al infinito, es el psicagogo (el conductor de almas) que envuelve al ser humano en sus brazos para llevarlo a la nada.

Fue Thomas Mann quien, en un viaje a Venecia en el año 1913, al morir Mahler, conoció a un chico polaco que le sirvió de modelo para su novela. De alguna manera la muerte está presente al llegar a Venecia, claramente lo refleja Visconti en la película porque llega en el vaporetto desde una desolación existencial que no figura en la novela que empieza en la ciudad del escritor Aschenbach, compositor en la película.

La muerte aparece en múltiples planos, el viejo demacrado que monologa al principio de la película, el tipo que cae desmayado más tarde, los esperpénticos músicos, todo nos lleva a esa sensación y el engaño, como el que padecemos hoy en día, todo el mundo niega la gravedad del asunto para que los negocios sigan, pero Aschenbach previene a la familia polaca de la importancia de huir de Venecia, algo que él no consigue porque está atrapado en la muerte. Ahora que se han tomado medidas drásticas, para toda la población de confinamiento, se ve cómo no se ha obrado con celeridad y ha permitido que ya haya muchos muertos cuando Italia ya vivía la desesperación del tema del coronavirus y China antecedía a Italia en la epidemia. Como un mal presagio, en Muerte en Venecia, todos niegan lo que ocurre, pero todo se pone en evidencia, el mundo de las mentiras deja paso a las terribles verdades.

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Pedro García Cueto

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