Sin pesar – Un cuento con un punto de esperanza
***
Sin pesar – Un cuento con un punto de esperanza
Cada primavera se reinicia el ciclo, el retorno nunca cesa y las despedidas pueden contener una semilla de reencuentro, un punto de luz.
Como veis, he decidido optar por la esperanza, sin renunciar a la tristeza; de ahí este cuento, leve como una canción callada.
Sin pesar:
Apenas un punto en el cielo. Se acercaba, se volvía luminoso a medida que perdía altura y ganaba formas, volumen, cuerpo, algo parecido a alas.
En una trayectoria elíptica comenzó a rodearnos, ¿o acaso no he dicho que éramos dos? Mi madre y yo. Porque dormía enferma de muerte deseé que se volviera chiquita para poder tomarla en brazos y mecerla y cantarle lo mismo que ella me cantaba a mí, una antigua nana andaluza, un vaivén tonal lento y triste que yo no podía recordar. Sonó una voz. Y era música, era un ángel de luz a nuestro lado, y era la nana olvidada: a cada estrofa de ternura mi madre se hacía más pequeña, hasta que pude cogerla en brazos, arrullarla y darle una pizca del amor que merecía. Miré al ángel y todo en él eran ojos, profundos, grandes, brillantes… Y alas transparentes.
De pronto, unos brazos extendidos, unas manos en espera y un ruego que entendí sin necesidad de palabras: se la di.
Un minuto después, solo divisé un punto en la lejanía.
…
[Las fotografías no pretenden ilustrar, sino sugerir principios, finales y misterio]
*
*

*
*

*
*

*
*

*
*

*
*

*
*

*
*

*
*

*
***
Josefina Martos Peregrín