Una rosa de catorce pétalos – Manuel Grant lee los Sonetos LXV, XCXI y CLXXIV de Edna St. Vincent Millay

Una rosa de catorce pétalos – Manuel Grant lee los Sonetos LXV, XCXI y CLXXIV de Edna St. Vincent Millay

Una rosa de catorce pétalos – Manuel Grant lee los Sonetos LXV, XCXI y CLXXIV de Edna St. Vincent Millay

***

***

*

Manuel Grant lee el Soneto LXV de Edna St. Vincent Millay

*

Soneto LXV

No es que importe, no es que el clamor

de mi corazón sirva para evitar nuestro destino,

o forzar a una tregua en este cuarto ambiguo

a los planetas del átomo en su asedio;

pero solo para hacer constar que tú y yo,

como un ladrón que roba las joyas de una tumba,

hemos reunido un delicado amor de flor perenne

frente al Caos: me pongo en pie a declararlo.

Este es mi testamento: que nos han capturado;

nuestros colores son como nubes ante el viento;

pero por un instante quedó el enemigo desolado,

mirando la prenda del Amor atada a nuestro yelmo;

la Muerte es nuestro amo; pero tembló su trono;

victoriosa cabalga; pero sus filas mermaron.

*

Manuel Grant lee el Soneto XCXI de Edna St. Vincent Millay

*

Soneto XCXI

El amor no lo es todo: no es carne ni bebida

ni reposo ni un cobijo ante la lluvia;

ni siquiera un leño que salve a quien se hunde

y flota y se hunde y flota para hundirse de nuevo;

el amor no llena de aire un pulmón anegado,

ni la sangre enjuaga, ni arregla un hueso roto;

y aun así muchos se hacen amigos de la muerte

incluso mientras hablo, por falta de amor únicamente.

Podría suceder que en un momento complicado,

acorralada por el dolor y suplicando una salida,

o acuciada por el deseo más allá de todo juicio,

tuviera que vender tu amor por un poco de  paz,

o intercambiar el recuerdo de esta noche por comida.

Podría suceder. No creo, sin embargo, que lo hiciera.

*

Manuel Grant lee el Soneto CLXXIV de Edna St. Vincent Millay

*

Soneto CLXXIV

¿Y debo entonces, claro, Dolor, vivir contigo

toda mi vida? ¿Compartir mi fuego, mi lecho,

compartir –¡lo peor de todo!– una misma cabeza?

Y, cuando me alimente, ¿alimentarte a ti?

Así sea, pues, si lo que verdad parece, verdad es:

vayamos a cenar, camarada, hasta saciarnos.

No puedo morir hasta que tú mismo mueras,

y, contigo vivo, la vida puedo disfrutarla.

Pero me has hecho daño, invitado grosero,

haciendo de espía en mis ardientes oficinas

con mirada glacial; robándome noches de descanso

y haciéndome difícil aquello que hacía fácilmente.

Morirás conmigo: pero, en el mejor de los casos,

te perdonaré con reservas, por actos como estos.

[de Un palacio en la arena]

*

*

***

Los Sonetos LXV, XCXI y CLXXIV de Edna St. Vincent Millay, leídos por Manuel Grant

*

Nota

Edna St. Vincent Millay. Un palacio en la arena. Antología editada y traducida por Andrés Catalán. Selección, traducción y prólogo de Andrés Catalán. Correcciones de Olga Albert. Harpo Libros, Madrid, 2017. ISBN: 978-84-945399-4-7.

About Author