Desayunos en mi bar [Relato]
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Desayunos en mi bar
Dejo el mitad tras el primer sorbo. Está perfecto, tal y como me gusta: caliente y cargado. Echo a un lado la mascarilla, coloco el periódico a mi derecha. Paso la primera página que, en mi caso, es la contraportada. Llega el señor encorbatado que se sienta en la mesa junto a la puerta. Saca de su cartera un libro, la camarera le trae un café pequeño. Intento averiguar el título. Disimulo. Consigo verlo: “Independencia”, de Javier Cercas. Buena elección, pienso. Coincidimos en gustos literarios.
El grupo de jubilados de los miércoles tiene hoy un debate muy acalorado. Son cuatro, cinco y, a veces, hasta seis los miembros de este peculiar conjunto del que siempre me sorprendo. No suelen hablar de fútbol sino de temas existenciales, culturales o políticos. La semana pasada comentaron las exposiciones temporales del Museo Picasso y del Thyssen. La anterior, las películas que consiguieron alguno de los premios de la Academia de Hollywood, con especial atención a la triunfadora de este año: “Nomadland” y a su actriz protagonista, Frances McDormand. Esta mañana están criticando al gobierno pero lo hacen de forma constructiva, dan soluciones para acabar con la crisis provocada por la pandemia. A veces sonrío porque más de un dirigente debería tomar ejemplo de sus propuestas, bastante consecuentes.
El dueño del bar va y viene con su mascarilla a medio bajar y su plato con el bocadillo de turno para las mesas situadas fuera del techado, las habilitadas para los fumadores; una anciana se sienta a mi lado, deja el carrito de la compra a su derecha y comienza a esparcir por toda la mesa cupones de la ONCE, bonolotos y boletos de lotería y los va comprobando en su móvil. Me sorprendo por la agilidad con la que lo maneja. A los pocos minutos se me queda mirando y sonríe mientras me dice que hace tiempo que no lee la prensa en papel que, desde que murió su marido, lo hace digitalmente.
Yo le confieso que disfruto el desayuno con mi periódico de toda la vida, el impreso. Bajo la vista hacia la foto que preside la sección de Deportes, Alberto Díaz tiene el brazo izquierdo levantado a la altura de la cara con el puño cerrado en señal de victoria, la noticia es que ha sido elegido segundo mejor defensor de la ACB en esta temporada tan aciaga para el Unicaja. Rafa Nadal deja en el aire su participación en los JJOO y el Málaga intenta sumar el mayor número posible de puntos para subir puestos en la clasificación.
Tres hombres beben una cerveza en una mesa alta, visten un mono azul y devoran enormes bocadillos de jamón y queso. Se les nota de mal humor, creo oír algo sobre uno de sus jefes, están censurando sus órdenes de esta mañana, quizá urdan algún plan porque bajan la voz y acercan sus caras.
Recibo un mensaje de whatsapp de mi mujer. Por fin ha llegado el recreo y hoy libra, así que ha podido descansar de varias horas ininterrumpidas de una clase de más de veinte alumnos de cuatro años, me dice que está agotada, que está deseando que llegue el fin de semana, le recuerdo que queda menos y le cuento estos minutos de relax, leyendo las noticias, observando a los que me rodean, contemplando a los clientes de la cafetería y sobre todo saboreando estos momentos: los desayunos en mi bar. Ella me envía un emoticono con sonriente rostro con cejas a diferente altura y ojos semicerrados que, supongo, expresan envidia. Yo sonrío y contesto con el del beso con corazón. Acabo mi café, cierro el periódico, pago mi consumición. Me despido de los camareros.
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Antonio Villalba Moreno