El silencio frío de una pared helada – Un artefacto pictórico-literario de Rafael Guardiola Iranzo

El silencio frío de una pared helada – Un artefacto pictórico-literario de Rafael Guardiola Iranzo
***

***
El silencio frío de una pared helada
Disimulad.
Haced como si los vierais.
Será mejor, mucho mejor
que no nos vean a todos juntos.
Creerán que conspiramos
y que queremos apoderarnos
de la luna. Blanca efigie
que transfiguramos
a fuerza de llorar
entre las piedras.
Aunque perdamos la luz
que nos ciega,
aunque nos deshidratemos
y tengamos que tentar al olvido
esperando el remedio
de sus manos poderosas.
Será mejor, mucho mejor
que no nos vean desconsolados.
Creerán que nos bebimos la luna,
su resplandor y su manto,
como la leche celeste
que inmortales nos hace.
O nos acusarán tal vez
de arroparnos con la seda
de su cuerpo,
y de molestar a la nieve
que sobrecoge y pisar se deja.
Hacedme caso.
Dejaos colgar en las salas
de los hombres.
Dejaos, en fin, comprar
y ser cenizas
de los que no os hicieron.
No importa que os manchen,
que pendáis de un clavo torcido
o que os acoja la pared bien o mal.
Ahora huérfanos sois
de padre y madre,
aunque mostréis su aceitosa
sangre como imborrable marca.
Sangre que nunca morirá
si me hacéis caso.
No importa que crean
que su destierro anheláis.
Seguid ahorcados,
frente a frente,
hasta que las fibras
se destensen,
rotundas sombras aderezadas
por un feroz ejército
de puntos cromáticos.
Disimulad.
Alguien viene.
[1978]
***
Rafael Guardiola Iranzo