«María Zambrano. El centro oscuro de la llama», de José Luis Gómez Toré – Una reseña crítica de Pedro García Cueto

María Zambrano. El centro oscuro de la llama, de José Luis Gómez Toré
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Acercarse a la figura de María Zambrano es toda una aventura porque la pensadora ha sabido encontrar un universo en el lenguaje para plasmar esa aventura existencial que es el pensamiento.
José Luis Gómez Toré, investigador y profesor, también poeta, no cesa en su empeño de descubrir la llama de esta pensadora que ya fue una mujer sobresaliente en los años treinta de nuestro pasado siglo. Con el título de El centro oscuro de la llama y editado por Ciudad Nueva, nos alumbra el libro a través de esa portada de la pensadora sonriendo, a un universo que ha alumbrado a muchas voces desde entonces.
Como dice muy bien Gómez Toré en la luz hay un centro oscuro, recogiendo las palabras de María Zambrano, es en ese centro donde palpita el saber. Todo afán por descubrir ese centro es sin duda lo que prevalece en la aventura filosófica de María, que lucha en un mundo de hombres, por dar a luz sus ideas sobre la existencia.
La presencia de la filosofía europea está presente en la pensadora que no olvida, aunque sea discípula del maestro Ortega, ese mundo que ya va abriendo Heidegger en la idea del claro del bosque. Para explicarlo, el famoso filósofo explica que la verdad se halla entre lo que se muestra y lo que se oculta, lo que sirve para que Zambrano insista en esta idea.Sin duda, diferencia a ambos en la insistencia de Heidegger por vislumbrar esa luz que ha de asombrarle, pero en María hay un afán de sorpresa del que carece el filósofo alemán.
Gómez Toré hace primero una semblanza de la autora y de su vida, para profundizar luego en su obra y consigue, con claridad y amenidad, llegar a su pensamiento. El autor del gran ensayo sobre Brines que ganó el Premio de la Fundación Gerardo Diego, sabe encontrar en el lenguaje de la autora ventanas para el pensamiento. A través de ella, Toré se convierte en el amanuense que descifra lentamente y con meticulosidad el lenguaje de Zambrano para encontrar analogías y diferencias.
Nos llama la atención la gran afinidad entre ese gran poeta de los cincuenta que fue Valente y la autora, ambos hermanados por el lenguaje y por ese deslumbramiento de la palabra como traducción del mundo.
En Zambrano nos hallamos ante una pensadora que también recrea a través del pensamiento la poesía que late en ella y que va descubriendo en el lenguaje iniciático, es ese lenguaje que descubre en las palabras un poder evocador que triunfa ante nuestro paso irremediable hacia la muerte.
Sabe mirar Gómez Toré ese proceso y desvela ese mundo de influencias, desde los poetas a los filósofos, tamizado todo por un catolicismo que es ansia de encontrar un sentido a la existencia.
El sueño creador, Senderos, Claros del bosque, son pasos ciertos en esa ventana del descubrimiento que es su paso por la vida, su meditar sobre la existencia.
En 1987 recibió el Premio Cervantes y seguirá creando hasta su muerte en 1991, sus restos reposan en Vélez-Malaga con una cita del Cantar de los Cantares que explica su certeza ante la vida como un paso necesario hacia otra vida.
En este libro, Gómez Toré nos alumbra con una vela el rostro de una mujer que piensa para que sepamos mejor dónde está la certeza de su pensamiento. Un gran trabajo de Toré que nos descubre mejor la luz que Zambrano llevaba dentro.
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Pedro García Cueto
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Nota
José Luis Gómez Toré. María Zambrano. El centro oscuro de la llama. Editorial Ciudad Nueva, Madrid, 2020. ISBN: 978-84-9715-460-4 .
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