Xavier Rubert de Ventós [1939-2023]: la importancia de no verlo claro – Sebastián Gámez Millán

Xavier Rubert de Ventós [1939-2023]: la importancia de no verlo claro – Sebastián Gámez Millán

Xavier Rubert de Ventós [1939-2023]: la importancia de no verlo claro

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Xavier Rubert de Ventós [1939 – 2023]

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Xavier Rubert de Ventós [1939-2023]: la importancia de no verlo claro

Ha muerto el filósofo Xavier Rubert de Ventós. Tradicionalmente se ha insistido en la necesidad de la claridad, pero pocos como él han puesto de manifiesto la importancia para la filosofía y el pensamiento de no verlo aún, o no verlo todavía suficientemente claro. ¿Acaso no reside aquí la vida del pensamiento? Es más, si la filosofía y el pensamiento son una búsqueda sin fin que al mismo tiempo amplía nuestros márgenes de libertad, se debe a que no nos conformamos con lo que hay, o con lo que se ha visto, aunque estemos convencidos de que está claro.

Y precisamente porque no lo tenemos claro, emprendemos sin cesar esa búsqueda, que es una búsqueda de conocimiento, pero al mismo tiempo es una búsqueda de nosotros a través del conocimiento. La sugerente concepción de la filosofía de Xavier Rubert de Ventós posee profundas raíces socrático-platónicas. Se licenció en Derecho (1961), pero se doctoró en Filosofía (1965). Filósofo, escritor y político, ha sido Catedrático de Estética de la Universidad Politécnica de Cataluña, y ejerció de profesor en la Universidad de Barcelona y en distintas universidades norteamericanas, como la de Harvard, Brown, Berkeley y Nueva York.

En esta última universidad fundó la Cátedra Barcelona-New York y el New York Institute for the Humanities. Como político, fue diputado en las Cortes Españolas (1982-1986) y en el Parlamento Europeo (1985-1994). Estas vivencias las relata en El cortesano y su fantasma (1991), premio Josep Pla. A pesar de su amplia y cosmopolita formación, defendió posiciones nacionalistas e independentistas de Cataluña (Catalunya: de la identidad a la independencia (1999). 

A lo largo de su amplia y reconocida obra ha abordado múltiples asuntos, desde su concepción de la filosofía hasta Dios (Dios, entre otros inconvenientes, 2000), pasando por la ética (Ética sin atributos, 1996), la historia, la antropología y la política (El laberinto de la hispanidad, 1987).  Pero sobre todo se ocupó y destacó en cuestiones estéticas, desde El arte ensimismado (1963), que publicó con apenas 24 años, a Estética y herejías (1974), Premio Anagrama de Ensayo. Analizó con originalidad que ante el desconcierto inicial del contacto con lo otro tendemos hacia el reconocimiento, hacia la familiaridad que mata la extrañeza. Así que ha propuesto con un neologismo que nos atrevamos a mantener el “des-reconocimiento”, de manera que no lo tengamos tan claro y podamos seguir con la aventura del pensamiento vivo.

“Para que las cosas nos hablen, hay que empezar por fijarse en ellas sin fijarlas; hacer que el pensamiento las refleje sin que se proyecte en ellas. Si nos dejamos llevar por nuestras expectativas corremos el peligro de no descubrir nunca nada más que lo que ya conocemos o queremos o esperamos”.

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Sebastián Gámez Millán

Categories: Filosofía

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