Eugenio Trías [1942-2013]: entre la razón y sus sombras – Una semblanza de Sebastián Gámez Millán

Eugenio Trías [1942-2013]: entre la razón y sus sombras – Una semblanza de Sebastián Gámez Millán

Eugenio Trías [1942-2013]: entre la razón y sus sombras [Semblanza]

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Eugenio Trías Sagnier [1942-2013]

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Eugenio Trías [1942-2013]: entre la razón y sus sombras

El 31 de agosto de 2022 cumpliría el filósofo Eugenio Trías Sagnier 80 años. En estos tiempos de “cultura de la cancelación” –una contradicción en sus términos, puesto que si es “cultura” no le queda otra que estar abierta sin cesar al diálogo y la confrontación de perspectivas; y si es “cancelación” no puede ser de modo lógico “cultura”; en estos extraños tiempos de creciente intolerancia, decía, conviene recordar su obra, tejida de afirmaciones como la siguiente: “El intelectual, el creador, debe poseer coraje en relación a flagrantes transgresiones de la libertad o la justicia”.

Durante siglos la filosofía se ha caracterizado, frente a otras formas de saber, no sólo por pretender ser un saber radical, en el sentido de querer ir a las raíces de las cuestiones, al fundamento último, sino también por la voluntad de sistematizar, es decir, la voluntad de ofrecer una explicación global de cuanto nos rodea. Así ha sucedido al menos desde Platón (427-347 a. C.) hasta Hegel (1770-1831), que es considerado habitualmente como el autor del último gran sistema filosófico.

La obra de Eugenio Trías se caracteriza, entre otros aspectos, por ser uno de los proyectos filosóficos con mayor voluntad de sistema que se ha escrito a lo largo de la segunda mitad del siglo XX en el ámbito iberoamericano. Prueba de ello es que hay muy pocos filósofos que han mantenido tan profundo y fecundo diálogo con tantas materias: desde la ineludible reflexión sobre la historia de la filosofía, que acompaña en todo tiempo al ejercicio de filosofar, a la teoría del conocimiento y la ontología, pasando por la religión, el arte, la estética, la ética y la política.

Nacido en la Barcelona de 1942, Eugenio Trías estudió Filosofía en la Universidad de Barcelona y prosiguió sus estudios en Pamplona, Madrid, Bonn y Colonia. Su trayectoria vital hasta los treinta y tres años la relató en El árbol de la vida, autobiografía donde cuestiona el género autobiográfico. Ejerció como profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona y en la Pompeu Fabra. Y obtuvo numerosos reconocimientos, entre los que cabe destacar el Premio Nacional de Ensayo, en 1983, por Lo bello y lo siniestro; y, en 1995, por su trayectoria filosófica, el Premio Internacional Friedrich Nietzsche.

Por lo que se refiere a su pensamiento, frente a un racionalismo simplificador y reduccionista, de miras estrechas, como era el racionalismo dominante del positivismo lógico, la filosofía analítica y el marxismo, Trías, que no es un “irracionalista”, propone ampliar los límites de la razón confrontando a esta con sus “sombras”, esto es, con lo que no ha sido considerado tradicionalmente racional: la locura, las pasiones, la sin razón, el pensamiento mítico y mágico, las religiones, etc. En este sentido, Trías se define como un “exorcista ilustrado” que arremete contra la razón filosófica en un continuo diálogo con sus “sombras”.

Por otro lado, inspirándose sobre todo en Kant y Wittgenstein, ha desplegado lo que se conoce como “filosofía del límite”. El objeto de estudio principal de la filosofía en Occidente desde sus orígenes ha sido “el ser”, pero, según Trías, “el ser” es siempre el ser del límite, porque de los fenómenos que se nos aparecen y podemos conocer hay una parte que se resiste. De este modo la razón, que es una “razón fronteriza”, actúa de mediadora entre lo que se conoce y lo que aún no se conoce: “sus sombras”.

Lejos de los filósofos postmodernos que daban por liquidada la Ilustración, Trías considera preciso recrear la razón ilustrada. Y no se puede recrear sino sometiéndola a crítica: así se puede enriquecer de aquello que la cuestiona, ampliar con aquello que en principio se contrapone. Desde un punto de vista antropológico, concibe al ser humano como un “ser fronterizo”, al igual que dos de sus principales influencias filosóficas, Platón y Nietzsche.

Asimismo, se propuso “secularizar la razón, situar sus agentes más genuinos, la ciencia y la técnica, en su propio ámbito de incumbencia, sin que se pretenda derivar de ellos inferencias indebidas que sólo se apoyan en creencias. Significa comprender los límites inherentes a la razón, único modo de aprovechar sus alcances y posibilidades”. De esta manera pretendía restaurar una “religiosidad basada en la inteligencia y en el ejercicio responsable de la libertad”, lo que Trías denomina “religión del espíritu”.

En sus últimos años dedicó dos ensayos monumentales a la que, junto con la filosofía y el cine, era una de sus tres grandes pasiones: la música. Además de abordar a grandes figuras de la música, desde Monteverdi y J. S. Bach hasta Stockhausen y Xenakis, en estas obras defiende la concordia de la música y las matemáticas, así como la preeminencia de la música sobre la palabra y un orden, anterior al lingüístico, en cuyas moradas habiten los conceptos al transformarse en palabras. Defiende, en suma, la música como una forma de conocimiento diferente a la filosofía y la literatura: “es, en algún aspecto esencial, una de las más sublimes formas de aproximación a los misterios de la naturaleza y del ser mismo; verdadera ciencia que nos permite el acceso al conocimiento de lo que es y existe (y de lo que somos)”.

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Sebastián Gámez Millán

Categories: Filosofía

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