Muerte y vida – Tres poemas de Jorge Camacho Cordón
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Muerte y vida
(Como me dijo Felip)
Cuando muere un ser querido
o persona muy cercana
la relación que os unía
no acaba sino que cambia.
*
Anastasio
(1928-1996)
La última vez que lo vi fue cuando vino
de visita, por unos cuantos días.
Luego se fue. Si yo hubiera sabido
que sólo meses más tarde iba a morirse,
¿le habría dicho algo? No nos dijimos nada
salvo, tal vez, «En Navidad nos vemos».
Una llamada nocturna trajo el mensaje,
una baraja colmó la noche infinita.
Hace un año que tengo que expresarlo.
Ya no puedo callar y la métrica estorba.
¿Se puede transmitir una vivencia?
Jorge Manrique lo escribió hace siglos
en versos a la muerte de su padre.
Todavía no ha cesado el estupor.
*
María
(1932-2001)
Tú me creaste. Yo te sabía eterna,
terrible y apaciblemente hermosa,
siempre de buen humor y, ante todo,
acompañante próxima e íntima.
Ingenuas ilusiones de la infancia
naufragan en mi mente zaherida.
Ha poco que me duelo de antemano:
te irás, y todo seguirá sin cambio.
Tiempo y vida son cáncer que acaricia.
La muerte nos obsequia con un lote
solidario de pena silenciosa.
Dirá una voz experta: “es necesario
resignarse a lo dado”. Así lo llaman,
quizás como consuelo: “madurez”.
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Jorge Camacho Cordón