El velorio
A Margarita
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¿Qué sombríos secretos meditas y callas?
Bella dama de facciones marmóreas,
nuevamente bautizada
entre flores punzantes de noche primaveral.
Reina de sonrisa cincelada,
me hipnotizas
hieres
horrorizas.
Testigo de postrera cena; blanco inmóvil
de ojos santificados.
Perdona esta intrusión.
Tus manos, de lirio muselina adornadas,
gestos maternos guardan,
dolorida carta acarician.
Sencilla.
Inocente.
Eterna.
Caras fraternas se inclinan,
atraídas y repulsadas
por el oscuro abismo de amor.
Voces quedas,
hermanas fugitivas del espanto;
Voces quedas . . . ligeras,
levantadas apenas en plegaria unísona;
Voces quedas,
de lágrimas bañadas,
El consuelo brindan.
Bella dama silenciosa . . . sonriente.
Perdona mi intrusión.
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Joseph Chrzanowski, Ph.D.
Emeritus Professor of Spanish
California State University, Los Angeles