Enrique Dussel y la ética de la liberación – Sebastián Gámez Millán
Enrique Dussel y la ética de la liberación
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Enrique Dussel y la ética de la liberación
Si no fuera porque de algún modo todo momento de una vida puede serlo, se diría que hay momentos más decisivos que otros, ya que a partir de ellos no dejamos de ser lo que somos y seremos. Puede que ese momento en la vida de Enrique Dussel tuviera lugar en una vivencia en Nazaret, cuando trabajaba como carpintero y experimentó al pobre como excluido. Su trayectoria vital y filosófica es un infatigable propósito de acoger a los marginados, de incluir a los excluidos.
Dussel critica a la filosofía europea como saber-poder que excluye y a la dialéctica moderna porque incurre a menudo en un monólogo que descuida al otro. Mediante el método analéctico, inspirado por Levinas, y que parte de una concepción intersubjetiva del sujeto, Dussel quiere establecer un verdadero diálogo entre el otro y yo, entre nosotros. El fundamento reside en que nosotros llegamos a ser nosotros gracias a la comunidad en la que nacemos y crecemos. Asimismo, ha sido crítico con el occidentalismo y el eurocentrismo, y ha propuesto, en su lugar, un “giro descolonizador”. A ello se ha referido con el concepto “transmodernidad”.
Es uno de los representantes más destacados de la llamada filosofía de la liberación, que surgió alrededor de 1970 en América Latina, concretamente en Argentina, y se expandió por otros países y continentes, como África y Asia. Sin duda es una de las principales aportaciones filosóficas y culturales de América Latina durante el siglo XX. Enrique Dussel nació en Argentina y estudió Filosofía. Se doctoró en la Complutense y más tarde se doctoró de Historia en la Sorbona, licenciándose además en Teología (París, Münster). Después de un atentado de bomba en su casa (1973), fue expulsado de la Universidad Nacional de Cuyo (1975). Se exilió en México, país donde se ha nacionalizado y en cuya Universidad Nacional Autónoma ha ejercido de profesor e investigador de ética y filosofía política.
Al comienzo de su carrera estuvo notablemente influido por Husserl y Heidegger, pero el descubrimiento de Levinas le hizo “despertar del sueño ontológico heideggeriano”. A lo largo de su trayectoria ha dialogado con algunos de los filósofos y pensadores más prestigiosos de su época, como Apel, Habermas, Rorty o Vattimo. Fruto de ese diálogo son sus más de cincuenta libros y cuatrocientos artículos, por los que recibió distintos reconocimientos internacionales, entre ellos numerosos doctorados honoris causa.
¿En qué consiste la ética de la liberación? Dussel considera que “la ética no es nunca un sistema cerrado: es un orden crítico, utópico, trascendental que produce, conduce y construye órdenes morales históricos”. Por consiguiente, distingue entre ética y morales. Mientras que las morales son numerosas, relativas e históricas, la ética es una y absoluta, y contiene principios válidos para todas las épocas. El ejemplo con el que lo ilustra el filósofo es el siguiente: “¡Libera al oprimido!”, válido para toda situación histórica. Según Dussel, el pobre, el oprimido, nos interpelan continuamente poniendo en tela de juicio los principios del sistema moral.
“El liderazgo perfecto es su disolución. Es cuando el líder ya no es necesario porque el pueblo ya saber gobernar y participar”.
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Sebastián Gámez Millán
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