Exploraciones – I / Cartografías
*
«Platón», «Shakespeare» o «Kant», por ejemplo, son nombres de territorios, espacios de pensamiento. Laberintos que contienen el infinito entre sus límites. Atravesarlos, recorrerlos, desplegarlos es inventarlos, repetirlos, reinventarlos, dejarlos atrás llevándolos como huellas en cada nueva pisada. El mapa, por así decir, se inventó solo. Se inventa solo cada vez. Cada vez que uno lee y piensa. Cada vez que arde la materia, cuando es incendiada por el arte, por la mano y el alma del artista. No sólo está el ser humano hecho de la misma estofa de la que están hechos los sueños, sino que, además, es el sueño de una sombra. Pero, ¿de dónde viene la luz?. «La claridad siempre viene del cielo» -canta Claudio Rodríguez. Pero, ¿y la luz, la luz del mundo, del mundo como luz?.
*
Tres palabras, tres enigmas:
1. ἐξ ὧν δὲ ἡ γένεσίς ἐστι τοῖς οὖσι, καὶ τὴν φθορὰν εἰς ταῦτα γίνεσθαι κατὰ τὸ χρεών· διδόναι γὰρ αὐτὰ δίκην καὶ τίσιν ἀλλήλοις τῆς ἀδικίας κατὰ τὴν τοῦ χρόνου τάξιν
Atribuido a Anaximandro en Simplicius, Comm. in Phys. 24, 13
2. Τὸ γὰρ ἴχνος τοῦ ἀμόρφου μορφή
Plotino, Enéada VI, 7, 33
3. Ein Zeichen sind wir, deutungslos, Schmerzlos sind wir und haben fast Die Sprache in der Fremde verloren.
Hölderlin, Hymne Die Nymphe Mnemosyne [Zweite Fassung]
Tiempo, forma y signo. Los modos de la luz. A su espalda -«dark backward and abysm of time»- está la sombra del abismo, o el abismo de la sombra. Aquello que sostiene y produce la sintaxis de la temporalidad, de la diacronía; aquello que carece de forma y de lo que la forma es siempre traza, huella, vestigio; aquello, en fin, que nos dibuja como signos y en cuyo horizonte debemos encontrar «nuestro hacer signo», el boceto de lo que podríamos ser signo. ¿Estoy nombrando la «rohe Natur» de la Kritik der Urteilskraft, lo salvaje, que sólo en cuanto significación deja de ser «libre fuerza» y queda domeñada y expedita para su circulación como «palabra», como «concepto», como «mercancía»?. Metáforas gastadas y desgastadas por el uso. La usura del tiempo, pero no sólo. La mezquindad de nuestros frágiles designios también.
Hagamos un experimento.
- Leo:
«Begun in 1924 and left unfinished at the time of his death in 1929, the Mnemosyne Atlas is Aby Warburg’s attempt to map the “afterlife of antiquity,” or how images of great symbolic, intellectual, and emotional power emerge in Western antiquity and then reappear and are reanimated in the art and cosmology of later times and places, from Alexandrian Greece to Weimar Germany. Focusing especially on the Renaissance, the historical period where he found the struggle between the forces of reason and unreason to be most palpable, Warburg hoped that the Mnemosyne Atlas would allow its spectators to experience for themselves the “polarities” that riddle culture and thought.
Warburg’s combinatory experiments in the Atlas follow his own metonymic, intuitive logic, even as it is propelled by decades of rigorous scholarship. Warburg believe that these symbolic images, when juxtaposed and then placed in sequence, could foster immediate, synoptic insights into the afterlife of pathos-charged images depicting what he dubbed “bewegtes Leben” (life in motion or animated life). As such, the Mnemosyne Atlas strives to make the ineffable process of historical change and recurrence immanent and comprehensible. More specifically, the Atlas would chart both the afterlife of the classical language of gestures in Renaissance art and beyond as well as the migration of Greek cosmological symbolism up through to the moment when Bruno and Kepler tried to reconcile the legacies of classical and astrological thought with the discoveries of early modern astronomy. The Atlas functions cartographically, too, as it explores how meanings are constituted by the movement of themes and styles between East and West, North and South. Transforming the cartographic and scientific notions of what an “atlas” should be, Warburg creates a dynamic “thought-space” [Denkraum] where cosmographic and art-historical images reveal how subjective and objective forces shape Western culture.»[1]
Aby Warburg, un «atlas, y la Ninfa Mnemosyne. Extraño, ¿verdad?
2. Continuemos:
«En 1905 Aby Warburg, un historiador del Arte alemán de origen judío interesado en la cultura clásica occidental propone un método de investigación heurística sobre la memoria y las imágenes. Poseedor de un ingente catálogo de imágenes, Warburg idea un procedimiento de exploración y presentación de sistemas de relaciones no evidentes mediante técnicas de collage y montaje: el Bilderatlas Mnemosyne.
El proceso permite el reposicionamiento de imágenes o la introducción parcial de nuevos elementos, para establecer nuevas relaciones, un proceso abierto e infinito que crea una cartografía personal posibilitando constantes relecturas. Apenas desarrolladas por su temprana muerte, las lecciones de Aby Warburg impregnan toda la cultura visual venidera.
[…]
Aby Warburg habla de una red de relaciones entre objetos establecida […]. Las referencias surgidas rompen los limites de la temporalidad y contigüidad (estilística o espacial), posibilitando constantes relecturas; en 1927 afirma: “[…] ricominciamo la lettura”. Foucault desborda el ámbito específico de actuación, señalando en Las Meninas todo un cruce de relaciones oblicuas que trascienden el marco e implican al espectador. Deleuze y Guattari definen la “meseta” como “toda multiplicidad conectable con otras mediante tallos subterráneos superficiales de manera que se forme y extienda un rizoma.” Warburg escribía en los años veinte, Foucault en los sesenta, Deleuze/Guattari en los ochenta. Sin embargo, todos parecen anticipar la actual estructura –extensa, desjerarquizada, abierta, en constante expansión, en constante mutación—que configura la Información digital en red, con infinitas referencias cruzadas en forma de links.
Pero no nos engañemos. Si la estructura general de la World Wide Web encaja, al menos de manera aproximada en parámetros deleuzianos –cada nodo o servidor de información constituyendo un nuevo rizoma, simultáneamente autónomo e interrelacionado—las conexiones que unen los sucesivos links, verdaderas articulaciones del sistema, se siguen basando hoy por hoy en referencias conceptuales y semánticas de analogía, pertenencia, contigüidad o semejanza. En la Red aún rige Platón. Los expertos informáticos que vienen trabajando en sistemas de inteligencia artificial señalan que, frente a la facilidad de trasladar al lenguaje de las máquinas los procesos lógicos, existe en la mente humana una sorprendente e inaprensible capacidad de poner en relación lo diverso.
Y es precisamente esa relación la que subyace en el Atlas Mnemosyne de Aby Warburg.»[2]
Para continuar enredando remito al artículo escrito por Isidoro Reguera acerca de dicho Bilderatlas y publicado por el Diario El País el 1 de Mayo de 2010.[3]
No sé si estoy empleando la interlingua del mundo de androides replicantes de Philip K. Dick, la intertextualidad derridiana o el «interlinking» (¿»link swinging»?). En cualquier caso, veamos «cosas»:
¿Son verdaderamente «cosas»? Artefactos, sí.
*
3. Sigamos explorando:

De Vermeer a Proust a través de Bergotte, que, como sabemos, muere en Le temps retrouvé poco después de contemplar la célebre vista de Delft pintada por Johannes Vermeer. Cees Nooteboom (que, recordemos, es también holandés) no sólo escribe en su El enigma de la luz, entre otras cosas, acerca del misterio de la pintura de Rembrandt o Vermeer, sino que en su Tumbas de poetas y pensadores visita célebres cementerios y fotografía con Simone Sassen las tumbas, entre otros, de Marcel Proust y Julio Cortázar.
¿Azar necesario? La sombra de C. G. Jung es alargada.
*

*
«Y, a su vez, la coincidencia resalta aún más cuando el autor de Rayuela relata sólo dos minutos después una anécdota personal que creo podría calificarse como inquietante: habla Cortázar [de] cómo tenía en casa una pared llena de recortes de periódicos, fotos, imágenes de cuadros, etc., formando un collage que sólo el azar había reunido. En lo alto, una pintura de Klimt, el dibujo de una mujer, donde observó una línea que recorría la figura y se continuaba, azarosa pero obstinadamente en el papel de abajo y en el de abajo de éste, recorría una foto de [Louis] Armstrong y así hasta el final de la pared, atravesando distintas imágenes y figuras, sin interrumpirse en ningún momento… Cortázar se vio inmerso en un sentimiento de lo fantástico, y pensó en hacer una foto, pero pensó: ¿para qué una foto?, sólo sería una prueba material de la cosa. La escena relatada me parece muy poderosa. Una estructura subyacente que se revela en medio del aparente caos. Una coincidencia que no es más que una coincidencia, pero que marca un camino, una línea que la mirada y el pensamiento no pueden evitar seguir…» [4]
Laberintos que contienen el infinito entre sus límites. Como el juego de la «rayuela» y como Rayuela. Mapas que contienen mapas que contienen mapas que contienen… Un atlas que se abisma en sí mismo, en su propio reflejo. La vuelta al día en 80 mundos. Un atlas del alma.
*

*
*
Tomás García
__________
Notas
[1] Christopher D. Johnson. Extraído de «About the Mnemosyne Atlas», localizable en https://live-warburglibrarycornelledu.pantheonsite.io/about
[2] Extraído de CARTOGRAFÍAS DE LA MEMORIA. ABY WARBURG Y EL ATLAS MNEMOSYNE. Cristina Tartás Ruiz y Rafael Guridi García. Texto localizable en http://oa.upm.es/23211/1/INVE_MEM_2013_155825.p
[3] Texto localizable en: https://elpais.com/diario/2010/05/01/babelia/1272672757_850215.html
[4] Amaia Vispe y José Valdecasas. Extraído de http://postpsiquiatria.blogspot.com.es/2015/07/de-la-existencia-como-busqueda-de-la.html. La entrevista a Julio Cortázar a la que se hace referencia es la que realizó Joaquín Soler Serrano en su programa A Fondo de RTVE en 1977. Disponible en: http://www.rtve.es/alacarta/videos/a-fondo/entrevista-julio-cortazar-programa-fondo/1051583/ y http://www.rtve.es/alacarta/videos/a-fondo/entrevista-julio-cortazar-programa-fondo-ii/1051555/
Related Articles

Four Quartets. Una exploración poética de la música callada del tiempo – IV / Little Gidding – Tomás García
