A la intemperie de tu boca [1] o la mirada al mundo de Isabel Alamar
Isabel Alamar es una poeta valenciana que ha ido creando un universo de sensaciones en sus anteriores libros, ahora llega A la intemperie de tu boca publicado por la editorial Playa de Ákaba y que debemos celebrar porque refleja un paso más en el mundo de las sensaciones de Isabel.
Ya dice Alfonso López Gradolí en el prólogo que este libro no gustará a los poetas épicos, ya que es un libro de emociones, sin que el lenguaje esmerado, que sí existe, reste un ápice a la emoción y a la visualización del encuentro amoroso, ya que hay muchos poemas que son sensuales y muy plásticos.
En esa sensualidad del libro va esa “constelación de la sinceridad gritada” que dice López Gradolí, ya que en todo el libro se respira la emoción y la búsqueda del amor con mayúsculas.
Se ve claramente en muchos de los poemas, en “La cuna de mi deseo” dice la poeta:
“De sol, espuma y tormento es la cuna de mi deseo: / raíces centelleantes las alimentan / corrientes marinas le dan juego”.
Si el deseo es grande, también lo es el acercamiento, muy presente en todo el libro, de bocas y labios porque es allí donde se vive la intimidad del amor:
“Navego hacia el altar de tu boca, / hacia él fluyo y hacia él me desbordo”.
Quiere la poeta “brillar en la lengua” del ser amado, “sellar amor en cada beso”, esa sensación vive intensa en el libro, se trata de cuerpos que se aman, que se tocan, que se exploran, que se reconocen en el deseo, lo más íntimo, la carnalidad más intensa está presente en los poemas.
Siempre la boca, como dice el poema “El ritmo de tu boca”, ese tocar con los labios, con la lengua, recorrer así el placer del amado como si fuesen todo uno, en esa traslación de los versos místicos de San Juan a lo más puro del amor:
“Estoy marcada por el ritmo de tu boca / y no sé cómo vivir con tanto amor por dentro / porque si me deshago en miel y mil / orquídeas salvajes, es por ti, amor”.
Y los besos, como extensión, son “intimistas”, llegan a lo hondo, desnudan ese deseo interior de la poeta valenciana cuando dice en “Hay besos intimistas”:
“Hay besos intimistas capaces de atravesar / la piel con su saliva”
Esa carnalidad está presente en todos los poemas, la saliva, la lengua, los labios, esa reiteración del acto de besar explica muy bien la intención del libro, llegar a lo íntimo, expresar aquello que es realmente inefable, la simbiosis de dos seres en algo único, que no comparten con nadie y que no se parece a nada, el amor y la sexualidad que lleva dentro.
En “A mordiscos”, la poeta ofrece su yugular para que el amado muerda la misma, diciendo al fin:
“Besa, bebe, succiona y, finalmente, / como en un bucle de mordiscos / muerde otra vez, muerde de nuevo, muerde”.
En “De erótica”, el acto del amor queda muy claro, es una representación perfecta y muy plástica de ese alto erotismo:
“Dos cuerpos tumbados en la noche horizontal / son algo más que dos astros alumbrando. / Son dos bocas dispuestas a libar un jugoso néctar. / Son cuatro piernas como columnas de un templo / para llegar hasta el preámbulo del placer,…”
Isabel Alamar construye un libro que nos deja claro que es literatura, porque lejos de todo erotismo comercial, sus poemas son siempre inclinaciones a tocar, a sentir, a amar. Ese es el gran mérito de este poemario.
Y en “Brevedades” va creando poemas breves, pero que tienen una gran musicalidad, todo ese concierto de palabras da sentido al libro.
Para concluir, creo que si ya en libros anteriores era evidente la inclinación por lo sensual, en este libro se acentúa ese deseo, esa búsqueda de las yuntas del amor, amar hasta el tuétano parece decirnos Isabel Alamar o como diría Neruda en Veinte poemas de amor y una canción desesperada: “Blancas colinas, muslos blancos / me acerco a ti en mi actitud de entrega / mi cuerpo de labriego salvaje te socava / y arranca al hijo del fondo de la tierra”.
El poeta chileno ya expresa el gran fulgor del acto amoroso, salvaje incluso, porque solo en él se cumple una insatisfacción interior que todos tenemos, ser completados por otros, este libro de Isabel Alamar habla, entre otras cosas, de esa fusión tan necesaria para seguir viviendo.
Pedro García Cueto
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Nota
- Isabel Alamar. A la intemperie de tu boca. Playa de Ákaba, Madrid, 2018. ISBN : 978-84-948225-2-0.