La semilla en el corazón humano – Literatura de las damas de compañía de la corte Nyôbô Bungaku [Era Heian] – Virginia Fernández Collado

La semilla en el corazón humano – Literatura de las damas de compañía de la corte Nyôbô Bungaku [Era Heian] – Virginia Fernández Collado

La semilla en el corazón humano – Literatura de las damas de compañía de la corte Nyôbô Bungaku [Era Heian]

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Tosa Mitsuoki – Damas de la era Heian admirando las cascadas mientras hombres las observan en secreto (c.1660).

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La semilla en el corazón humano – Literatura de las damas de compañía de la corte Nyôbô Bungaku [Era Heian]

ERA HEIAN (794-1185)

La era Heian (平安時代) es el último periodo de los tiempos clásicos de la historia de Japón. Se sitúa entre los años 794 y 1185. En aquellos tiempos Kioto era la capital del país en donde las artes, específicamente la poesía y la literatura, destacaron de manera significativa. Fueron también tiempos de paz. Heian significa “paz y tranquilidad”. En este tiempo en que la cultura y las letras fueron un pilar central gracias al apoyo de la corte imperial, destacaron grandes mujeres de letras. La mayoría de estas escritoras eran funcionarias de la corte, lo que da a la literatura de esa era un nombre especifico, nyôbô bungaku, literalmente “literatura de las damas de compañía de la corte”. Es gracias a ellas que conocemos cómo fue esta brillante era, en la cual el poder y las letras fueron de la mano. En las páginas que siguen, vamos a dar una semblanza de la vida y de la obra de las principales autoras de esa fascinante era.

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Ono no Homachi, de Katsushika Hokusai, conocido simplemente como Hokusai
[北斎, Hokusai – 1799 – Edo, actual Tokio].

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ONO NO KOMACHI

Ono no Komachi 小野小町 (834?- ?) fue una famosa poeta de wakas [1]. Es considerada como uno de los seis mejores poetas de este género, conocido como 六歌仙 Rokkasen. Estáincluida en el Konkinshû, laprimera colección de poesía japonesa compilada a petición imperial en el año 905 [2]. Ono no Komachi es, de hecho, la única mujer que aparece en el prefacio de Ki no Tsurayuki donde es reconocida como uno de los “seis genios poéticos” [3]. Tsurayuki habla de ella en los siguientes términos: “Ono no Komachi es una especie de princesa Sotoori a lo moderno. Su poesía, débil, aunque sobreabundante en sentimiento, se parece a una dama noble aquejada de algún mal. Aunque, ¿no es debilidad algo natural en la poesía de una mujer?” [4]. En el Konkinshû aparecen 18 poemas de ella. Entre ellos, los que siguen [5]:

1

Omoi tsutsu
nure baya hito no
mietsu ran
yume to shirise ba
samezara mashi o

¿Apareció 
porque me quedé dormida
pensando en él?
Si tan solo hubiera sabido que estaba soñando,
nunca me habría despertado. [6]

2

Ito semete
koishiki toki wa
ubatama no
yoru no koromo o
kaeshite zo kiru

Cuando mi deseo
se vuelve demasiado feroz
uso mi ropa de cama
de adentro hacia afuera,
oscuro como la cáscara áspera de la noche. [7]

3

Kagiri naki
omoi no mama ni
yoru mo kon
yumeji o sae ni
hito wa togameji

Mi anhelo por ti-
es ilimitado.
Al menos nadie puede culparme
cuando voy hacia ti en la noche
por el camino de los sueños. [8]

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Izumi Shikibu

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IZUMI SHIKIBU

La literatura del Heian crece como un gran árbol en el S. IX y sus tres ramas son: los relatos en prosa (monogatari), los diarios (nikki) y las colecciones poéticas (shû). Uno de los principales manuscritos que nos ha llegado de la obra de la dama Izumi es el Sanjônishi, que lleva de título Izummi Shikibu nikki, aunque en el título aparece la palabra diario, muchos han dicho que es más conveniente catalogarlo como monogatari por la cantidad de relatos de ficción que lleva. Este libro contiene 144 poemas entretejidos al hilo de unos amores. Los diarios japoneses de la era Heian tienen sus inicios en El diario de Tosa9, del año 935, escrito por un hombre, el cortesano y poeta Ki no Tusaryuki. Izugmi Shikibu (¿975-1030?) es considerada una de las mejores voces poéticas de su tiempo. Fue la primera hija de Ôe no Masumune, un oficial de medio rango por lo que recibió el apelativo de Shikibu, cargo administrativo de su padre. Vivió en la corte como dama de compañía, coincidiendo con Murasaki Shikibu. Afamada por su belleza, abandonó la corte cuando se casó con Fujiwara no Yasumasa, comandante militar destinado a la provincia de Tango. Su obra está impreganda de amor, como su vida. Según las fuentes consultadas mantuvo numerosas aventuras amorosas, entre las que destacan sus romances con el príncipe Tametaka y el príncipe Atsumichi.

El diario de la dama Izumi va desde el verano de 1003 hasta la primavera de 1004. Tiene su inicio cuando Atsumichi, hijo del emperador Reizei le envía una ramita de azahar a Izumi para iniciar unas relaciones amorosas, con lo que acabó con una escandalosa reacción por parte de la esposa del príncipe. Aquí una muestra de su diario:

-Señora, ¿deseáis que le responda algo a Su Alteza? A la mujer le pareció que enviar al príncipe una respuesta de viva voz podría considerarse una falta de respeto. En realidad, todavía no le había llegado el rumor de que este príncipe era bastante mujeriego. Por eso, se animó a contestarle con un poema insignificante. Estos eran los versos que le escribió:

-Señora, ¿deseáis que le responda algo a Su Alteza? A la mujer le pareció que enviar al príncipe una respuesta de viva voz podría considerarse una falta de respeto. En realidad, todavía no le había llegado el rumor de que este príncipe era bastante mujeriego. Por eso, se animó a contestarle con un poema insignificante. Estos eran los versos que le escribió:

Más que el aroma
del azahar con un recuerdo
poder comparar,
saber quisiera si este cuclillo
posee la misma voz.

El príncipe Atsumichi, todavía en la galería exterior de los aposentos de su palacio, al reparar en el paje que, de regreso, estaba en un rincón con la actitud de tener algo que anunciar, le preguntó:
-¿Cómo te ha ido?
El paje presentó al príncipe la carta con el poema. Después de leerlo, el príncipe tomó el pincel y escribió los siguientes versos:

Soy un cuclillo
que canta en la misma rama.
¿No crees, por eso,
que distinta no podrá ser
mi voz de la del otro?
[10]

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Versión de El libro de la almohada recopilada por Yashiro Hirokata a principios del s. XIX

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Sei Shônagon

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SEI SHÔNAGON

La belleza y sutileza de la literatura japonesa se encuentra en El libro de la almohada de Sei Shonagon. Este libro está hecho de poemas, observaciones sobre árboles, plantas, pájaros, insectos y acontecimientos de la corte. De esta forma de escribir sobre las más variadas temáticas nace el Zuihitsu. Este género literario es una forma libre y espontánea de plasmar hechos, experiencias y apreciaciones sobre la vida en general o cualquier otra cosa en particular; es literalmente dejar ir la mano al filo de la pluma o al correr del pincel como se dice en la literatura japonesa clásica. Leer a Sei Shonagon es pasar por una educación de la percepción. Todo se hace más visible y sutil bajo su mirada. Su gusto es su único criterio ante la vida. Según el momento, va diciendo cosas que le gustan y cosas que no.

Sei Shonagon fue dama de la corte de la emperatriz Sadako (Japón S.X); su libro de notas informales que solía guardar en los cajones de las almohadas hizo que naciera el Makura no Sôshi.  Ese género de libros se escribía a modo de diario; y tomó trascendencia gracias a Shonagon.

Aquí algunas de las cosas que le gustan:

34. Para encontrarse con un amante…

Para encontrarse con su amante nada mejor que el estío. Verdad que las noches son breves y que el alba asoma antes que uno haya podido dormir. Ya que las persianas no se han cerrado, uno puede mirar el jardín en el fresco aire de la mañana. Hay que cambiar algunas caricias antes que el hombre se vaya y los amantes se hablan en voz baja; pronto se oye un fuerte ruido, pero no es más que el graznido de un grajo, volando en el jardín.

En el invierno, cuando hace mucho frío y una está oculta bajo las sábanas oyendo las dulces palabras del amante, es delicioso oír el sonido del gong del templo que parece llegarnos desde el fondo de un pozo profundo. El primer canto de los pájaros, cuyos picos están aún metidos entre las alas, parece también raro y amortiguado. Entonces, un pájaro tras otro prosigue el canto. ¡Qué grato es quedarse escuchando mientras el sonido crece y se aclara! [11]

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Murasaki Shikibu por Tosa Mitsuoki

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MURASAKI SHIKIBU

Murasaki Shikibu (978?-1014?) ha pasado a la historia por ser la primera mujer en escribir la primera novela moderna. Declarada enemiga de Sei Shonagon, aparentemente, porque la dama de la almohada incluyó en su brillante Makura no Sôshi algún pasaje del marido de Murasaki, en el que se reía de su manera de vestir, dejándolo en mal lugar, lo claro es que la rivalidad venía de más lejos. Ambas eran parte del séquito de las esposas del emperador, una estaba en el séquito de Shôshi, la esposa principal del emperador, y la otra en el de Teishi, y van a ser ellas dos las que compongan las obras más representativas de la era de Heian, El Libro de la almohada de Sei Shônagon y la Historia de Genji de Murasaki Shikibu. Murasaki en su diario le dedica a Sônagon este mordaz comentario:

En cuanto a Sei Shônagon, es una mujer tan pretenciosa, siempre con ese aire triunfal característico. Se dedicaba a garabatear sinogramas dándoselas de inteligente, pero lo que escribió, si se lee con atención, deja mucho que desear. Pertenece a esa clase de personas empeñadas a toda costa en distinguirse de los demás, pero que a la larga demuestran ser inferiores y con el tiempo acaban siendo desconocidas. Quien se da aires de elegante y busca emociones sin ningún encanto ni belleza, al final acaba pareciendo ridículo y falso. ¿Cómo puede terminar bien alguien que a la postre demuestra ser tan falso? [12]

Para hacernos una idea de la pluma de Murasaki, dice en la Historia de Genji:

-Aunque mis lágrimas nublen mis ojos, a la luz de estas profundas y gentiles palabras…-dijo la dama, y se puso a leer: – “Había pensado que el tiempo podría traer consuelos que empezaran a aligerar mi pesadumbre, pero a medida que el transcurso de los días y meses sigue decepcionándome, apenas sé cómo soportar el dolor. Una y otra vez mis pensamientos se dirigen al niño, y me turba en gran manera no poder cuidar de él contigo. Ven a verme en recuerdo de los días que se fueron…”

El emperador había escrito con profundo sentimiento, y al final añadía un poema:

Al oír el suspiro del viento que cubre de rocío el páramo de Miyagi,

Mi corazón, inconsolable, va hacia las pequeñas frondas de hagi.[13]

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El diario de la Dama Sharasina

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LA DAMA SARASHINA

El Diario de Sarashina es un libro escrito en el siglo XI por «Sugawara no Takasue no musume», que fue dama de compañía del periodo Heian, conocida como la dama Sarahina (1008-1057) vivió su primera infancia en Kioto, y al cumplir los nueve años se trasladó a Takasue, pues a su padre lo nombran gobernador. Al cabo de unos años regresa a Kioto, con 31 años se convierte en dama de compañía, aunque no tuvo mucho éxito en la corte por su carácter retraído y ensoñador. Se casó poco tiempo después y tuvo tres hijos. La dama de Sarahina no solo escribe un diario, también tiene obra de ficción. En las páginas iniciales de su diario confiesa haber leído “con el corazón tembloroso” los más de cincuenta capítulos de que consta La historia de Genji. Fue considerada una de las mejores prosistas de su época, solo detrás de Murasaki. Cabe destacar que dos terceras partes de los casi noventa poemas que aparecen en su diario son de producción propia. Aquí un ejemplo del lirismo de su poesía:

Cuando llegó el invierno le envié el siguiente poema a una parienta nuestra que había abrazado la vida religiosa y estaba en el templo de Sugaku:

Mientras pienso en ti con lágrimas en los ojos,
una tormenta estará bramando con furia
en esa aldea de montaña que es tu morada.

He aquí su respuesta:

Siento el calor de tu corazón inquietarse por mí
y veo cómo te adentras en la frondosa penumbra
de una arboleda de verano.

Finalmente, mi padre regresó del este y nos instalamos en Nishiyama. Fue muy agradable estar todos juntos y pasar la noche hablando y contemplando el claro de luna.

Esta noche, ¡en qué gozo se ha trocado el dolor
de aquel otoño cuando nos dijimos adiós
pensando que sería nuestra última despedida!

Mi padre lloró al oír este poema y me contestó con este otro:

¡Cuánto he odiado mi destino
por no concederme lo que le pedía!
Pero, ahora, ¡cómo me alegro de mi larga vida!
[14]

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Virginia Fernández Collado

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Notas

[1] Los wakas son un género de poesía japonesa. Waka significa literalmente “poema japonés”. La palabra fue acuñada originalmente durante el período Heian para diferenciar a la poesía originaria de Japón de la poesía kanji (poemas chinos). Sus versos están estructurados en 5/7/5/7/7.

[2] “Kokin Wakashū, comúnmente abreviado Kokinshū, antología imperial concebida por el Emperador Uda y ordenada por su hijo, el Emperador Daigo, a principios del siglo X”, Tomás García, La luna en la ventana. Acerca de «Genji Monogatari» [y de la errancia y propagación del discurso] – III, Café Montaigne, https://cafemontaigne.com/la-luna-en-la-ventana-acerca-de-genji-monogatari-y-de-la-errancia-y-propagacion-del-discurso/literatura/admin/ 2018.

[3] Ibidem.

[4] In Carlos Rubio, Kokinshuu, colección de poemas japoneses antiguos y modernos (El canon del clasicismo) selección, traducción, introducción y notas de Carlos Rubio, edición bilingüe, Poesía Hiperión, Madrid, 2005, p. 100. En la nota 53 de esta página, se indica que Sotoori fue emperatriz consorte del emperador Ingyoo (437-454).

[5] Traducción propia desde: Jane Hirshfiled and Mariko Aratani (traductores), The Ink Dark MoonLove poems by Ono no Komachi and Izumi Shikibu. Women of the Ancient Court of Japan. Translated by Jane Hirshfiled with Mariko Aratani. First Vintage Classics Edition, October 1990.

[6] En Poesía clásica japonesa, Trotta, pág. 107. Cabe destacar que la traducción de todos los poemas que aparecen en este libro fue hecha directamente desde el japonés a cargo de Torquil Duthie. De este primer poema existe la versión de este libro:

¿Será que lo vi

por haberme dormido

pensando en él?

De haber sabido que era sueño, no habría despertado.

En “Flor de antigua poesía japonesa. Kokinsyû (S.X), selección, transliteración y traducción de Carlo Antonio Castro y Norimitsu Tsubura, 1983, pág. 69 se da la siguiente versión:

Me acuesto pensando en la persona

que amo    Si esta sintiera lo que sueño

no querría despertarme.

De este poema aparecen dos traducciones, en Konkinshuu, Hiperión, Madrid, 2005. Las traducciones de este libro han sido realizadas por Carlos Rubio a partir de Kokinshuu Wakashuu, Tokio, Shinchoo Nihon Koten Shuu-sei, Shinchoosta, ed. 1978, undécima reimpresión de 2002, pág. 100. Son las siguientes:

        Durmiendo vi

        a mi lado al amado.

        si su visita

        supiera que era sueño

        ¿Iba yo a despertar?

Y en la pág. 193.

Durmiendo vi

a mi Amor a mi vera.

que sueño era supiera,

¿iba yo a despertar?

[7] En Kokinshuu (2005) pág. 194 tenemos esta versión:

Cuando de amores

tanto peno, en la noche

como azabache

lo espero con la ropa

al revés extendida.

[8] En Kokinshuu (2005) pág. 210 tenemos esta versión:

Ilimitado

amor me guiará

a él esta noche,

pues con la que anda en sueños,

¿quién se podrá atrever?

Y en “El pájaro y la flor”, Ed. Alianza, pág. 75, encuentro esta bella versión:

Un infinito

amor me llevará

a él esta noche,

pues a la que anda en sueños,

¿Quién podrá censurar?

[9] Ed. Pontificia Universidad de Perú, Lima, 2008

[10] El diario de la dama Izumi, Carlos Rubio. Ed. Satori, Gijón, 2017. p.80-81.

[11] El libro de la almohada. Sei Shonagon. Selección y traducción de Jorge Luis Borges y María Kodama. Ed. Alianza, 2015, Madrid. p. 78-79

[12] El diario de la dama Murakami, Ed. Satori, Gijón, 2017, p. 169-170.

[13]La historia de Genji, Murakami Shikibu, Atalanta, Girona, p. 43

[14] Sueños y ensoñaciones de una dama de Heian. Dama Sarahsina. Atalanta, Girona, 2007. p. 104-105.

*

Bibliografía

Carlo Antonio Castro y Norimitsu Tsubura (Selección, transliteración y traducción), “Flor de antigua poesía japonesa. Kokinsyû (S.X), 1983

Carlos Rubio (Selección, traducción e introducción), Konkinshuu, Colección de poemas japoneses antiguos y modernos, (El canon del clasicismo), Hiperión, Madrid, 2005.

Carlos Rubio, Mil años de literatura femenina en Japón, Satori, Gijón, 2021.

Dama Sarahsina, Sueños y ensoñaciones de una dama de Heian, Atalanta, Girona, 2007.

Édgar Trevizo (Selección y versiones), Hay quienes transitan el sendero del amor, poemas Ono no Komachi e Izumi Shikibu, Prólogo de Juan Cristóbal Pérez Paredes, ed. Medusa, México, febrero 2021.

Escobar Holgún, Rodrigo, “Ono no Komachi. Una poeta de los comienzos literarios de Japón”, Revista de poesía Clave, 2-3 (agosto 2004).

Hyakunin isshu, Cien poetas, cien poemas., ed. De J.M Bermejo y T. Herrero, Hiperión, Madrid, 2004.

Irene Starace, artículo “Interpretaciones de Ono no Komachi”, Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental, 2012

Izumi Shikibu, El diario de la dama Izumi. Satori, Gijón, 2017.

Jane Hirshfiled and Mariko Aratani (traductores), The Ink Dark MoonLove poems by Ono no Komachi and Izumi Shikibu. Women of the Ancient Court of Japan. Translated by Jane Hirshfiled with Mariko Aratani. First Vintage Classics Edition, October 1990.

Li Qingzhao Poesía completa (60 poemas ci para cantar). Ediciones del oriente y del Mediterráneo. Madrid, 2010.

Li Qingzhao, Jade Puro, editorial Hiperión, Madrid, 2014.

Murasaki Shikibu, La historia de Genji. Atalanta, Girona, 2006.

Murasaki Shikibu, La historia de Genji II. Atalanta, Girona, 2006.

Murasaki Shikibu, El diario de la dama Murasaki, Satori, Gijón, 2017.

Rubio, Carlos, Mil años de literatura femenina en Japón, Satori, Gijón, 2021.

Sei Shonagon, El libro de la almohada. Alianza editorial, Madrid, 2015;

Sei Shonagon, El libro de la almohada. Adriana Hidalgo editora, Córdoba (Buenos Aires), 2003.

Shinchoo Nihon Koten Shuu-sei, Shinchoosta (compiladores), Kokinshuu Wakashuu, Tokio, ed. 1978, undécima reimpresión de 2002.

Torquil Duthie (traducción del japonés y edición), Poesía clásica japonesa, Trotta, Madrid, 2008.

Yoshida Kenko, Tsurezuregusa. Ocurrencias de un ocioso. Kenko Yoshida.  Hiperión, Madrid, 1986.

Yoshida Kenkô, Pensamientos al vuelo., Errata naturae, Madrid, 2019.

Yoshida Kenko, (Urabe Kenko), Les heures oisives, Gallimard /Unesco. 1968.

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