«Me dejo olvidar», de María del Carmen Raigón [Ilustraciones de Lola Corrales Millán] – Una reseña de Sebastián Gámez Millán

«Me dejo olvidar», de María del Carmen Raigón [Ilustraciones de Lola Corrales Millán] – Una reseña de Sebastián Gámez Millán

Me dejo olvidar, de María del Carmen Raigón [Ilustraciones de Lola Corrales Millán] [Reseña]

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Me dejo olvidar, de María del Carmen Raigón [Ilustraciones de Lola Corrales Millán]

Este reciente poemario de María del Carmen Raigón se abre con una cita de la Rima XXVIII de Gustavo Adolfo Bécquer: “Los suspiros son aire y van al aire. / Las lágrimas son agua y van al mar. / Dime, mujer, cuando el amor se olvida, / ¿sabes tú dónde se va?”. No es una cita arbitraria ni caprichosa; elegida a modo apertura, anuncia los temas que se van a abordar y el tono.

Estructurado en tres partes: “Amor”, “Desamor”, “Olvido”, se diría que es un recorrido por las distintas fases del amor a través de veinte poemas, y una coda final de doce breves poemas que entroncan con la lírica de Bécquer, uno de los principales padres de la poesía moderna hispanoamericana, si atendemos su influjo sobre Rubén Darío, Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez.

Se trata de una poesía clara y sencilla que levanta el ritmo con anáforas, repeticiones y estructuras simétricas o paralelas. Busca expresar los sentimientos-pensamientos del yo poético, pero a veces logra expresar lo que siente y piensa o sueña cualquier persona de carne y hueso:

“Me quedé dormida

Me llevaste a tu barca,
quisiste curar mis heridas,
en tu cuerpo acurrucada
me quedé dormida,

al despertar,
no había barca
ni mar”.

Conviene destacar la cuidada edición, con preciosas ilustraciones de Lola Corrales Millán, collages con guiños a célebres pinturas de Klimt y Picasso y, especialmente, con un sentido del humor y la inocencia acorde con el amor y con la poesía de María del Carmen Raigón. Hay simbiosis entre la palabra y la imagen. Hablan la misma lengua, la lengua de la inocencia, que es la del amor.

María del Carmen Raigón trabaja en centros educativos. Escribe desde muy joven. A los 16 años publica sus primeros poemas. Entre otros poemarios ha escrito Sueños de arado, primer premio de poesía Arte a Campo Abierto, Vélez-Málaga; Versos y canciones de amor, primer premio del XII Certamen Literario Villa de Grazalema (Cádiz); Caminos de otoño, Alma en verso y Terapia de mujeres, primer premio de poesía Sierra de Cádiz.

El título del libro proviene de los últimos versos de “A veces”: “a veces, solo a veces, / puedo desembocar en los recuerdos / y me dejo olvidar simplemente, / para poder olvidar”. Pero, ¿existe el olvido en el inconsciente? Más allá de la subjetividad de cada uno, ¿no es la condición del amante mantener el recuerdo aunque sea doloroso?

Luis Cernuda, acaso el mayor heredero de Bécquer de la Generación del 27, expresó este asunto en estos términos en “Te quiero”, reunido en Los placeres prohibidos (1931): “Más allá de la vida, / quiero decírtelo con la muerte; más allá del amor, / quiero decírtelo con el olvido”. En su siguiente poemario, de título claramente becqueriano, Donde habite el olvido (1932-1933), lo expresará de otra manera semejante: “No es el amor quien muere, / somos nosotros mismos”.

Cedamos la palabra para concluir a María del Carmen Raigón:

“Si alguna vez

Si alguna vez te acuerdas de mí, amor,
si echas de menos las horas
que un día compartimos,
las huellas desbaratadas del camino
que un día anduvimos;

si alguna vez te acuerdas de mí, amor,
si echas de menos los pájaros sin alas
que un día contemplamos,
y que tantas veces hicimos volar;

si alguna vez te acuerdas de mí, amor,
si echas de menos los sueños dibujados
en aquellos cuadernos enredados
de latidos hambrientos;

si alguna vez te acuerdas de mí, amor,
si echas de menos
aquel beso silencioso,
la sonrisa, que, en el umbral de la puerta,
a veces, sin querer, te despertaba;

Si alguna vez te acuerdas de mí, amor,
de aquellas lunas de noviembre
que contemplábamos desde la ventana,
mientras atrapábamos abrazos,
que rompían la oscuridad de la noche;

Si alguna vez te acuerdas de mí, amor,
quiero que sepas que, en mi alma,
siempre hay una habitación vacía
preparada para ti”.

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Sebastián Gámez Millán

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Nota

María del Carmen Raigón. Me dejo olvidar. Anáfora Editorial, Málaga, 2021. ISBN: 978-8412207453.

Categories: Crítica Literaria

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