Pero ¿quién demonios fue el Doctor Auzoux? – Juan Luis Calbarro Morales

Pero ¿quién demonios fue el Doctor Auzoux? – Juan Luis Calbarro Morales

Pero ¿quién demonios fue el Doctor Auzoux?

***

***

Pero ¿quién demonios fue el Doctor Auzoux?

Se acerca el sexenio y uno tiene que completar sus cursos de formación. En medio del océano de cursos hueros que ofrece la administración educativa, repletos de faramalla pedagógica y de explicaciones de una legislación que nada resuelven y a nadie interesan, que ningún profesor utiliza en su día a día y que en nada han contribuido en los últimos 30 años a mejorar la enseñanza, se hace preciso buscar esos tres o cuatro cursos que merecen la pena, coordinados y realizados por profesores que siguen creyendo en la potencia del conocimiento y despreciando la inanidad de la burocracia. Con ese empeño, encontré uno titulado “Siguiendo los pasos del Dr. Auzoux. Enseñar desde las colecciones científico-culturales y artísticas complutenses y del IES San Isidro”. Inmediatamente me pregunté quién demonios era ese buen señor cuyo nombre sonaba a anuncio de crecepelos o de pastillas vigorizantes de principios del siglo XX. Era seguro que podría aprender cosas en un terreno prácticamente inexplorado por mí. Indagando un poco, me enteré de que el curso incluía visitas guiadas a la exposición Los increíbles modelos del Dr. Auzoux, en el Centro de Arte Complutense (CARTEC), al Museo de Anatomía Javier Puerta de la Facultad de Medicina de la misma universidad y al Museo del IES San Isidro: miel sobre hojuelas.

La exposición sobre el Dr. Auzoux prometía y, de hecho, cumplió con sus elevadas expectativas. Organizada por el Vicerrectorado de Cultura y Patrimonio de la Complutense en colaboración de la Universidad de Lille, despliega un abundante material procedente de los fondos de diversos departamentos, museos y facultades de la propia Universidad y de las otras colecciones mencionadas.[1] Ciento cincuenta y cinco piezas fabricadas en el siglo XIX por el doctor y por algunos de sus imitadores muestran, con gran profusión de información gráfica y escrita, lo que en su día fue un notabilísimo avance pedagógico: los modelos anatómicos clásticos, es decir, desmontables, que permitie­ron a generaciones y generaciones de estudiantes europeos de enseñanzas medias y superiores comprender el funcionamiento orgánico de plantas, animales y humanos. El hermoso catálogo publicado para la ocasión queda ya como referencia obligada en la materia.[2]

Louis Thomas Jérôme Auzoux (1797-1880) fue un hombre extremadamente polifacético: gran anatomista, fue por otro lado un artista destrísimo y también un emprendedor de enorme éxito. Perfeccionó sus modelos haciéndolos de papel maché, mucho más ligero y duradero que otros materiales, y a partir de la década de 1830 fundó e hizo prosperar una industria que empleaba a la mayor parte de los habitantes de su pueblo natal, Saint-Aubin d’Écrosville, a quienes proporcionaba un contrato digno, formación y beneficios sociales. Se trataba de un producto caro: el hombre clástico completo en 1858 costaba 3000 francos, que en la época equivalían al sueldo anual de un obrero; pero la estrella era el modelo de caballo a tamaño natural: 4000 francos. Pese a su precio, los modelos de Auzoux tuvieron gran demanda, pues suponían una enorme novedad didáctica y un producto de calidad sobresaliente. En España, al igual que los hospitales y las universidades, los institutos compraron numerosos ejemplares botánicos, zoológicos y humanos, ya que el Ministerio de Educación a partir de la Ley Moyano financió generosamente su dotación de material didáctico y fomentó explícitamente la formación de colecciones. Otros industriales como Deyrolle, Tramond, Brendel, Schlüter & Mass, Ziegler, Frič, etc., surtieron también las aulas y los laboratorios de media Europa, aunque sin alcanzar la calidad de la fábrica de Auzoux.

Conforme la tecnología avanzaba y los paradigmas pedagógicos se renovaban a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, muchos modelos del doctor Auzoux fueron quedando arrumbados en rincones de departamentos y corredores sombríos de los centros educativos que tanto partido les habían ya sacado. Con el auge del plástico, la fábrica fue quedando relegada hasta su cierre defintivo hacia 1995, y la propia figura del brillante doctor, fallecido en 1880, cayó igualmente en la penumbra, permaneciendo relativamente desconocido hasta no hace demasiado tiempo, incluso, en su patria. En los años de 2010, no obstante, aquellos objetos viejos y polvorientos empezaron a ser contemplados como piezas valiosas del patrimonio cultural, y también su autor comenzó a ser rescatado del olvido. En Francia, por ejemplo, Auzoux fue objeto en 2014 de una tesis de doctorado en veterinaria;[3] y en 2019 se reeditó un informe de la Real Academia de Medicina de 1831 sobre uno de sus modelos clásticos.[4] En el caso de España, varios estudiosos han visitado la obra de Auzoux en los últimos años,[5] y diversos centros educativos han restaurado y puesto en valor sus colecciones: universidades como la de Zaragoza o la Complutense, pero también institutos de Secundaria como el Padre Suárez de Granada[6] o el San Isidro y el Cardenal Cisneros de Madrid, en este último caso con una historia compartida que un digital convirtió casi en crónica rosa.[7]

He disfrutado mucho de las estupendas colecciones de modelos anatómicos clásticos que acoge Madrid, pero también del entusiasmo y de las brillantes ponencias que sobre aquellas han ofrecido sus responsables: la coordinadora de la muestra del CARTEC, Isabel García Fernández, los restauradores Guillermo Quirós y Lourdes Mesa, los responsables del Museo Javier Puerta, Fermín Viejo Tirado, y del del IES San Isidro, Rafael Martín Villa y María José Gómez Redondo. Con todo, lo mejor está por llegar: el Dr. Auzoux y sus modelos anatómicos son, a día de hoy, una fiebre que tardará en mitigarse. De momento, la exposición del CARTEC sigue abierta hasta Navidades: no dejéis de visitarla.

*

Estatua Anatómica – Dr. Auzoux [Fotografía perteneciente al Dr. Vicente Izquierdo, donada por su familia al Museo de Historia de la Medicina – 2009 – Facultad de Medicina U. de Chile. Gentileza Museo de Historia de la Medicina] [Fuente: https://www.researchgate.net/figure/Estatua-Anatomica-Dr-Auzoux-Fotografia-perteneciente-al-Dr-Vicente-Izquierdo-donada_fig5_289592126]

*

***

Juan Luis Calbarro Morales

_______________________

Notas

[1] Redacción, “El Centro de Arte Complutense exhibe 155 modelos del doctor Auzoux”, La Vanguardia, Barcelona, 17 de mayo de 2022.

[2] Isabel García Fernández (coord.), Los increíbles modelos del Dr. Auzoux, catálogo de exposición, Madrid: Universidad Complutense, 2022.

[3] Nicolas Philippe Jean Chanal, L’anatomie clastique de Louis Auzoux, une entreprise au XIXème siècle, tesis de doctorado, Maisons-Alfort: Ecole Vetérinaire, 2014.

[4] René Alexis Baffos, Sur une pièce d’anatomie clastique du Dr Auzoux. Académie royale de médecine, 10 mai 1831 (Éd. 1835), París: Hachette, 2019.

[5] Cf. Alberto Gomis y Dolores Ruiz-Berdún, “Los modelos clásticos del Dr. Auzoux, del aula al museo”, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural. Sección Aula, Museos y Colecciones, núm. 3, 2016, pp. 39-52; o, en divulgación, Cristina Escandón, “Aprendamos a ver: la anatomía del doctor Auzoux”, Principia, Madrid, 1 de julio de 2016.

[6] Cf. R. G., “Una sala con una historia centenaria”, Granada Hoy, 19 de junio de 2018; y Jorge Pastor, “El gran museo escondido de ciencias naturales de Granada”, Ideal, Granada, 7 de mayo de 2022.

[7] Pedro Montoliú, “El Cardenal Cisneros devuelve su pene al San Isidro 144 años después”, Madrid Diario, 25 de abril de 2022.

About Author