«Plegaria para pirómanos», de Eloy Tizón – Una reseña de Pedro García Cueto

«Plegaria para pirómanos», de Eloy Tizón – Una reseña de Pedro García Cueto

Plegaria para pirómanos, de Eloy Tizón [Reseña]

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Plegaria para pirómanos, de Eloy Tizón

El deslumbramiento de Eloy Tizón en este libro nos atrapa, desde el primer relato Grafía, donde vemos las cavilaciones de un escritor. La idea de este libro de relatos titulado Plegaria para pirómanos es desentrañar los recovecos del interior, nadar en los pensamientos, vernos reflejados en nuestros mundos profundos.

Por ello, en “Grafía” asistimos a sus pensamientos:

“De tu escritor favorito siempre puedes aprender. Y de tu propio diario de tapas de hule, en el que vuelcas esbozos, pálpitos, embriones de ideas y sueños, antes de que se esfumen. Nada es del todo real hasta que los escribes o dibujas”.

Y es esa mirada alucinada a la vida, ese surrealismo de la propia realidad la que afecta al mundo, como en el relato “El fango que suspira”, donde Eloy Tizón nos habla de una muerte y de lo absurdo de todo, porque vivir es como un sueño, pero la muerte nos conduce de nuevo a un espectáculo de funerarias, de rosas, de velatorios. Sabe el narrador que somos frágiles y que nuestra vida pende de un hilo:

“Vendrán barbudos de frac, castigados por la vida, sanguíneos, con coleta y un pinganillo en la oreja, hablando a gritos y repartiendo trípticos de propaganda –que también sirven para abanicarse: mira qué práctico-, en representación de la firma funeraria que le incinerará, un lunes a primera hora de la mañana, sin testigos”.

Y deja traslucir en “Mi vida entre caníbales”, la culpa de la existencia, extraños somos, como fantasmas que colocan sus gafas, sus atuendos, en un mundo que siempre es onírico. Hay en todo el libro y en la prosa de Eloy Tizón un afán de transgredir el lenguaje, de traducir lo que sentimos en imágenes, tan visuales que nos desgarran. Y la culpa del ser que no ha hecho nada y que nos recuerda a Kafka y a El proceso, como la prosa de Tizón nos recuerdo al laberinto de Juan José Millás o al realismo mágico de los escritores hispanoamericanos. Hay mucha literatura detrás, mucha lectura que logra encontrar su luz en estos relatos heridos por la vida:

“Ni siquiera sé de qué me acusan, o si me acusan de algo. No pueden probar nada”.

Sin duda alguna, no podemos entender los relatos sin que nos dejemos llevar por el lenguaje fantasmagórico del que mira sin ser visto, del que escucha sin ser oído, luces atentas de un narrador que ve la realidad de otra manera.

Hay metáforas y expresiones líricas para ir construyendo este engranaje que es como un reloj, la hora no la marca el mismo sino nuestra visión distorsionada de las cosas o quizá más real de los que ven los otros.

Y en “Confirmación del susurro”, el relato final, cobra altura la idea epistolar, cuando se dirige a Marianne. De nuevo, el lenguaje es una orquesta, que hace sonar sus instrumentos, hasta ofrecernos la belleza de una sinfonía, lenguaje que siempre abisma su esplendor:

“No pienso en ti a menudo. Durante largas temporadas ni existes. Existen otras cosas: la televisión, el futuro. Y de pronto un día, una noche, sin venir a cuento, reapareces. Te veo. Estás delante de mí. Me miras. Eres la misma que se sacudía con lentitud la arena del pelo en la playa o aquella otra que me hablaba, diciéndome que si no sé qué, que si no sé cuántos. Y yo tengo que hacer algo al respecto”.

Cuando terminamos de leer estos relatos, ya sabemos que la realidad tiene muchos prismas y que uno, esa veta poética que alumbra el libro, es una de ellas, donde un narrador va tamizando el telar del lenguaje para que se impregne en nosotros. Eloy Tizón es un arquitecto de la palabra, que construye un edificio con sus relatos, un narrador diferente y que nos deja una honda huella. Plegaria para pirómanos es un canto angustioso y definitivo de otra forma de ver la vida, otra forma de existir, todo transformado en un lenguaje que se queda en nosotros para siempre.

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Pedro García Cueto

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Nota

Eloy Tizón. Plegaria para pirómanos. Editorial Páginas de Espuma, Madrid, 2023. ISBN: 978-8483933367.

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