Serie Carlos Lombardi, de Guillermo Galván – Una reseña de Fuensanta Niñirola

Serie Carlos Lombardi, de Guillermo Galván – Una reseña de Fuensanta Niñirola

Serie Carlos Lombardi, de Guillermo Galván [Reseña]

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Serie Carlos Lombardi, de Guillermo Galván

Carlos Lombardi, surge como un prototipo más del género: detective/policía/investigador duro, fuerte, con un pasado, recibiendo palos de unos y otros, aunque también tenga algunos momentos de placer, es leal con sus amigos y lleva mal el conflicto político-ideológico en que vive sumergido. Lombardi –divorciado, sin hijos– ha sido un destacado policía criminalista en los años de la República, pasando tras la guerra una temporada en prisión por su pertenencia al bando perdedor; prisión de la cual es excarcelado gracias a la intervención de Ulloa, un antiguo colega, –ahora reconvertido en policía nacional– que, a pesar de su «cambio de chaqueta» sabe apreciar el trabajo bien hecho, como ha sido el caso con Lombardi. Si en un principio este investigador va por libre, después trabajará para la agencia de detectives Hermes, a la espera de un indulto que transforme su libertad condicional en libertad real.

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I. TIEMPO DE SIEGA

Sólida novela policiaca, ambientada en los años inmediatos de la posguerra española, en la que el protagonista principal, Lombardi, es requerido para ocuparse de un caso que parece pertenecer al mismo asesino de años anteriores, cuyo sello está impreso en una reciente muerte con violencia y crueldad.

La trama es muy compleja, porque la investigación remite al inmediato pasado, ya que Lombardi está convencido de que el criminal que busca es el mismo que buscó en los años previos a la guerra, y también porque intervienen varios elementos que enturbian la investigación, hasta que finalmente el protagonista consigue ver claro y dirigirse hacia un objetivo seguro. Los distintos elementos de los que comento son, por un lado, la trama religiosa: los asesinados son sacerdotes o seminaristas, y por las formas del asesinato, se intuye un cierto matiz de perversión sexual.  Por otro lado, intervienen agentes alemanes, que buscan algo que está relacionado con uno de los asesinados. También aparece un agente británico camuflado. Y continuamente, la policía española franquista.

Lombardi, al principio, duda si colaborar o no con ellos, pero ante todo es policía y es criminalista: y se trata de cazar un asesino que va a seguir matando. Acepta el reto, pero se va a ver constantemente presionado por ser “rojo”. Incluso su vida llega a correr peligro en más de una ocasión.

Además del protagonismo de Lombardi, llama la atención el papel tan importante que juega la propia ciudad y sus habitantes sin nombre: un Madrid hecho polvo tras la guerra. Las vidas truncadas de muchas personas, las ruinas por doquier, el hambre, y los contrastes sociales amplificados por los desastres de la reciente contienda. Los continuos recorridos de Lombardi por los barrios madrileños descubren las miserias de la posguerra, pero a la vez, el protagonista, tras varios años de hambre en la prisión, disfruta de pequeñas delicias como los chatos de vino en las tascas, los bocadillos de calamares, los deliciosos cocidos y guisos de callos,  sin olvidar las yemas de santa Teresa, en una visita a la amurallada Ávila.

Tanto Lombardi como los otros personajes: la agente Quirós, el ex guardia de asalto Torralba, el joven periodista Mora, la amable vecina, el sereno, etc. presentan un lado muy humano, al margen de sus posiciones ideológicas. Incluso Lombardi tiene que transigir en algunos aspectos y comprender que ya no vive el mismo tiempo que ayer.  Aunque trabajando en solitario al principio, poco a poco va formando un equipo de ayudantes que en algunos momentos van a serle muy útiles.

La investigación, como suele suceder en este género de novelas, destapa diversas tramas, unas peligrosas y otras despreciables, en este caso centradas en viciosos y pervertidos personajes ligados a cierta religiosidad que, desgraciadamente, han existido y existen en la vida real, porque el ser humano encierra una simiente doble: el bien y el mal anidan en su corazón.

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II. LA VIRGEN DE LOS HUESOS

En esta nueva narración, el ambiente es más rural que urbanita, lo que podríamos llamar la España profunda de los años inmediatos al fin de la guerra civil. Lombardi ahora está trabajando para una agencia de detectives llamada Hermes, empleo que le facilita el comisario Ulloa a la espera de que se normalice su situación, o mejor dicho, a la espera de que se promulgue un indulto. La acción comienza en el verano del 42, mientras la guerra asola Europa, el general Franco y su corte de falangistas y demás grupos que conforman el llamado Movimiento Nacional son los amos de España. En Aranda, un pequeño pueblo de la Ribera del Duero, ocurren varias desapariciones: un joven fraile, ahijado de uno de los “mandamases” del pueblo y otras personas más, a la vez que van ocurriendo otros sucesos.

La Guardia Civil del pueblo está desbordada y la Brigada Criminal de Madrid envía a Lombardi para ver de esclarecer el caso del fraile desaparecido. Para este caso, Ulloa recurre a él, considerándole como el más adecuado para resolver el caso.

Lombardi inicia sus investigaciones con una ausencia total de pistas y busca información, descubriendo hechos muy graves sucedidos en los años finales de la guerra. Poco a poco, va creándose enemigos que no desean que nadie escarbe en el pasado. Antiguas riñas familiares, enfrentamientos entre distintos vecinos, ocultamiento de hechos criminales y fraudulentos, otros asesinatos que han quedado impunes y sin aparente relación,  conforman una trama que Lombardi irá desentrañando poco a poco, pero mientras tanto, va a descubrir mucho de la vida cotidiana de los habitantes de esa y otras poblaciones castellanas, ligadas a la viticultura y al campo.

La trama es complicada y el caso podría convertirse en un caso doble. Un segundo caso, muy distintas características y que solo tangencialmente toca el primero, vendrá a complicar el trabajo de Lombardi, si bien su capacidad de reflexión y esfuerzo consigue llevar ambos a buen término.

 La narración proporciona mucha y muy interesante  información sobre la época, la zona donde se desarrollan los hechos, la España real, los problemas de la posguerra, y las vendettas, marrullerías y delitos que muchos realizaban para enriquecerse a costa del caos que genera una guerra civil. Bien escrita, siempre en presente, Galván vuelve a deleitarnos con una obra sobria, con unos personajes sólidos, verosímiles, y con unas descripciones del paisaje y el paisanaje que merecen nuestra atención.

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III. MORIR EN NOVIEMBRE

La acción vuelve a desarrollarse en Madrid. Noviembre de 1942, mientras la guerra europea está en pleno apogeo y el régimen de Franco hace equilibrios para salir adelante entre las presiones internacionales y las disensiones internas. Lombardi continúa trabajando para la agencia Hermes, junto a Andrés Torralba, antiguo guardia de asalto, bajo las órdenes de Isidro Ortega.

A la agencia se presenta un caso de desaparición y le es asignado a Lombardi. Casi al mismo tiempo, es requerido por Fagoaga, comisario jefe de la BIC, para investigar la identidad de un par de suicidas, hombre y mujer, en los que la Criminal no desea involucrarse, ya que parece ser que el Alto Estado Mayor anda detrás. Su antiguo jefe, Balbino Ulloa, –chaquetero comisario de policía que conocimos en anteriores lecturas–será de nuevo su contacto. Así pues, Lombardi ha de compaginar las dos investigaciones, hasta que los caminos parecen cruzarse.

Lombardi es ayudado al principio por Torralba y por Alicia Quirós, personajes que ya el lector pudo encontrar en lecturas anteriores. También vemos de nuevo en acción a la despampanante Erika Baumgaertner, y al diplomático británico Bernard Malley. Todos ellos ya hicieron su aparición literaria desde la primera investigación de Lombardi.

Llegado un punto, Lombardi debe continuar solo puesto que la trama que investiga resulta francamente peligrosa para implicar a terceros, y a lo largo de la narración va a encontrarse con gente muy diversa: terroristas nazis, personajes corruptos, tramas de estraperlo, prostitución, chantajes,…y también tiene varios encuentros a nivel personal que le resultan emotivos o sorprendentes, que le crean cierto desorden emocional, por tocar zonas clausuradas en su memoria.

Así, la novela mantiene un tempo muy equilibrado, cuyo ritmo va aumentando la tensión conforme va avanzando la trama y atrapa al lector, además de sorprenderlo en la parte final, cuando ya parece que la solución del caso está la vista. 

Escrita con corrección, estilo realista, narrada en tercera persona, introduciendo muchos datos y descripciones de la reciente historia en Madrid, de tal modo que el lector se ve transportado a una ciudad desolada tras la guerra, cambiados los nombres de las calles, donde conviven el lujo de los grandes hoteles con la miseria de los barrios populares. Una interesante nota al final (y al margen) de la novela, describe la época histórica, los sucesos y los personajes de esos primeros años cuarenta.

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Fuensanta Niñirola

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Nota

Guillermo Galván. Serie Carlos Lombardi – Tiempo de Siega, La Virgen de los Huesos y Morir en Diciembre. HarperCollins Ibérica, Madrid, 2019, 2020 y 2021. ISBN: 978-8491393191 [Tiempo de Siega], 978-8491394396 [La Virgen de los Huesos] y 978-8491397052 [Morir en Diciembre].

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