Ceniza y luz, de Silvia Ramos [Reseña]
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Ceniza y luz, de Silvia Ramos
La editorial Polibea que lleva a buen puerto el editor Juan José Martín Ramos con grandes títulos de nuestra poesía, ha editado este bello libro de la poeta Silvia Ramos, Ceniza y luz. Vemos una cubierta donde predomina la oscuridad en un mar solo iluminado por la luna, que baña las aguas y a una mujer, que es Silvia. Decididamente, nos hallamos ante un canto a la vida, desde la derrota, pero consciente del renacer, del volver a mirar la luz del día.
El prólogo del gran poeta Miguel Ángel Yusta ya nos sitúa en el libro que vamos a leer, cuando dice:
“Su poesía manifiesta una tenue sensualidad asociada a un lirismo en estado puro, esencial y vertebrador de toda su obra. Sus versos iluminan con destellos de verdad y dejan, como el surco del arado sobre la tierra fertilizada, la huella de la palabra profunda, sutil y rotunda”.
Cierto, porque nos encontramos en la oscuridad en “Ceniza”, el primer apartado del libro, cuando dice en “Penumbra”:
“Gracias, Padre, / por el cielo blanco. / Amanece y quiero estar en penumbra. / Hoy el sol no me complace, / quiero permanecer oscura. / Hoy quema dentro, los brillos asfixian, / traigo sueños apagados / de las noches últimas”.
Cuando el dolor vive en sombras, cuando la vida se oscurece, todo es ceniza. Para Silvia Ramos la caída es lenta, pero irreversible, sin embargo, intuimos, que habrá un renacer.
En el capítulo llamado “Pasaje”, la poeta se mira a sí misma, sabe que ese desdoblamiento inevitable que es uno mismo, cuando se ve en el espejo y reconoce un cuerpo que lo habita, un ser que camina a su lado, pero ya es extraño. Dice en el poema “Mi ser”:
“Siento nostalgia de mi ser / cuando se aleja y pretende olvidarme. / Lo observo levitar, caer lentamente / en un rincón invisible”.
La nostalgia del ser es esa carencia que todo ser humano tiene cuando la fragilidad nos amenaza, cuando somos ceniza, ya hemos ardido y no queda más que los rescoldos de un ser que amó y que ahora se halla en su tristeza, la infinita nostalgia de ser completado. Opino que en el libro hay un deseo de completar una mirada, de que otro cuerpo se acerque y goce con quien ya es ceniza.
Y llega la luz, tercer apartado del libro, donde Silvia Ramos renace, las ascuas vuelven a la luz, un recién nacido asoma de su ser. La poeta sabe que toda pérdida lleva dentro un deseo de asomar de nuevo al mundo la mirada, de volver a ver el alba y renacer, como nos dice en el poema “Recién nacido”:
“Te fecundo como el agua a la tierra, / como el muro a la hiedra te sostengo / para que fluya la vida en ti / y no devasten tu suelo / las inclemencias del mundo”
La vida se recompone y vuelve el ser a ser llama y luz, a habitar en un universo nuevo que nos completa y nos alimenta.
Silvia Ramos ha escrito un libro que no excluye poemas como Arde la noche, donde la fusión de los amantes, llega a su cénit.
“Arde la noche como yo ardo en ti, / sobre tu desnudez de bronce. / sobre tu pecho dulce, / oigo bombear la sangre / y tus dedos distraídos / acarician mi piel”.
Poema con que comienza el libro, porque hubo una noche de amor, de pasión desenfrenada, ahora del recuerdo y de la ceniza vuelve el ser a clarear y a iluminar la estancia, que es la vida en toda su plenitud.
Libro luminoso de Silvia Ramos que debemos celebrar, con la elegancia habitual de la editorial Polibea cuando en el dorso, ya en el interior de la contraportada, vemos unos ojos, los de Silvia, que nos miran, porque saben que nos hablan ya que todos hemos renacido del dolor y hemos vuelto a recomponer las piezas del puzle de la vida.
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Pedro García Cueto
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Nota
Silvia Ramos. Ceniza y luz. Editorial Polibea, Madrid, 2023. ISBN: 978-8412566284.