El gabán de Harpo Marx – La alpaca y su circunstancia – Una sinfonía de sonidos dislocados de Rafael Guardiola Iranzo

El gabán de Harpo Marx – La alpaca y su circunstancia
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El gabán de Harpo Marx
Carta de presentación
En 1913 el inefable Marcel Duchamp expuso por vez primera en Nueva York una serie de objetos producidos industrialmente o de consumo prefabricado que recibieron la denominación de arte encontrado (ready-made, found art, objet trouvé). Resulta que muchos objetos “confeccionados” que no desempeñaban ninguna función artística explícita (ni implícita, me atrevería a decir, salvo para mentes más enfermas que la mía) en la vida cotidiana, a veces modificados, fueron elevados a los altares de la artisticidad. Con una insolencia parecida a la del autor de La fuente y recuperando el significado amplio de la téchne griega, les presentaré en esta sección una galería de imágenes o sonidos dislocados con los que me tropiezo a diario en el ciberespacio, transitando por la jungla de asfalto o cuando me miro al espejo o escucho el eco de mis ronquidos más profundos, con el convencimiento de que esto “no es arte”, aunque alguien se empeñe en decirlo para agradarme o pedirme dinero. En el mejor de los casos, estas ráfagas de gusto kitsch y gamberro, obra de creadores anónimos –de esos que tiran la piedra y esconden la mano- harán las delicias de mis almas gemelas, a quienes la naturaleza crió inclinadas a la tierra y siervas de su vientre, como diría el gran Cayo Salustio Crispo y sonarán sin pudor como la bocina que Harpo Marx esconde gozosamente en su gabán. Que ustedes lo disfruten.
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La alpaca y su circunstancia
Aprovechando que acaba de ver la luz en lengua china La rebelión de las masas de D. José Ortega y Gasset gracias a la labor tenaz del profesor Javier Zamora Bonilla, y que he recibido con gozo, recientemente, la primera dosis de la vacuna frente al coronavirus, después de una larga espera, he decidido posar torpemente ante la cámara, convertido en pálida alpaca, para recordarles que “yo soy yo y circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”. A mi me gustaría ser Harpo Marx y tocar la bocina o lo que pueda, pero el anillo mítico del eterno retorno de lo idéntico no me lo permite, por el momento. Lo que no podré decir de ningún modo es “el hombre es la circunstancia”. Esto es lo que aseguran los deterministas y leí en el cartel de cartón de un indigente en un paso subterráneo madrileño en el siglo pasado. Salud, alegría y un poco de picardía.
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Rafael Guardiola Iranzo
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