El hombre que me hubiese gustado ser [En el aniversario del nacimiento de Glenn Ford – 1 de mayo de 1916 – 30 de Agosto de 2006] – Pedro García Cueto

El hombre que me hubiese gustado ser [En el aniversario del nacimiento de Glenn Ford – 1 de mayo de 1916 – 30 de Agosto de 2006] – Pedro García Cueto

El hombre que me hubiese gustado ser

En el aniversario del nacimiento de Glenn Ford

 

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Gwyllyn Samuel Newton «Glenn» Ford [ 1 de Mayo de 1916 – 30 de Agosto de 2006]

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Volver a ver una película inolvidable, una de esas historias que por clásicas nos deja huella, me refiero a Gilda, aquella historia de una mujer que rompía los corazones de los hombres, donde una bellísima Rita Hayworth se quitaba un guante y nos dejaba a todos el sabor de hallarnos ante una mujer imposible, muy lejos de las mujeres que nos tocaría conocer, mucho más mundanas, menos diosas, menos interesantes. Pero tampoco hay que olvidar a ese gran actor, de rostro aniñado que trabajó con ella, fue su amigo durante muchos años y cuando vino al Festival de San Sebastián, como nos contó muy bien Diego Galán en su libro Jack Lemmon nunca cenó aquí, lloraba por la pérdida de su gran amiga, por la muerte de Rita, me refiero a Glenn Ford.

Nació el 1 de mayo de 1916; desde joven se orientó por el cine, porque tenía un cierto aire de galán, quizá algo blando para ser un héroe en el western (hizo gran cantidad de ellos, entre los muy recordados, Cimarrón), pero también ese aire de hombre que no era demasiado emotivo, sin ser muy expresivo, ideal para papeles de cine negro, como demostró en Deseos humanos, con Gloria Grahame, en ese papel extraordinario del maquinista que ve su vida complicada por el encuentro con la mujer fatal que interpreta la Grahame.

 

Glenn Ford & Maria Schell en «Cimarron» [Anthony Mann, 1960]

 

Glenn Ford & Gloria Grahame en «Human Desire» [Fritz Lang, 1954]

Ford fue un estupendo actor, sin la altura de Gregory Peck o James Stewart, sin la hondura interpretativa del gran Brando o de Newman, pero siempre convincente, siempre elegante, con una sonrisa que cautivó a María Schell en Cimarrón, aquella dulce actriz de mirada azul como el mar.

Muchas películas, de diferentes géneros, de guerra, del oeste, de cine negro, siempre bien parecido y buen actor, notable en sus papeles, que le hacían ideal como el perfecto marido, el hombre bueno que busca salvar a los inocentes, tantos papeles que han quedado en nuestra memoria, incluso el del padre terrenal de Superman, merece la pena recordar.

De Ford destacaría La batalla de Midway, como un hombre del ejército, que nos deja impresionados por su talante y personalidad, pero no olvido su gran estilo interpretativo en comedias como Un gánster para un milagro o el excelente papel en Los cuatro jinetes del Apocalipsis, donde demuestra su solvente trabajo y su gran personalidad, como demostró en La casa de té de la luna de agosto, junto a un irreconocible Marlon Brando, haciendo de japonés.

 

 

Glenn Ford & Bette Davis en «Pocketful of Miracles» [Frank Capra, 1961]

 

Bette Davis & Ann-Margret en «Pocketful of Miracles» [Frank Capra, 1961]

 

 

Glenn Ford en «The Teahouse of the August Moon» [Daniel Mann, 1956]

También hizo de profesor en Semilla de maldad, una de las primeras películas donde aparece el tema del profesor que se enfrenta a alumnos rebeldes, tema que luego tendría continuaciones tan famosas como Rebelión  en las aulas, con el excelente Sidney Poitier, que en aquella cinta interpretada por Ford, era un alumno díscolo, siendo luego un inolvidable profesor en la ya citada Rebelión en la aulas.

 

Glenn Ford & Sidney Poitier en «Blackboard Jungle» [Richard Brooks, 1955]

Siempre me gustó Ford, en este año que se cumplen cien años de su nacimiento, quizá por su naturalidad, por no ser excesivo, pero sí convincente, por parecer un hombre corriente, pero con personalidad, por ser como todos, pero ser siempre él mismo, algo parecido me ocurre con Lemmon, más cómico, claro, que siempre me ha parecido entrañable, alguien a quien me gustaría conocer o que me gustaría ser.

En Los sobornados está excelente, dando a entender que el género policíaco y de cine negro (más que el western, en mi opinión) era donde daba mejor la talla, porque tenía un aire tranquilo, de hombre afable, que lucha contra el mal, sin perder nunca la compostura. Gran actor, de los que merece la pena recordar en estos tiempos tan poco habituados a actores que sin ser divos, pueden ser algo mejor, verdaderos, creíbles, personas que nos hubiese gustado ser o conocer.

 

Glenn Ford junto a Gloria Grahame y Lee Marvin en «The Big Heat» [Fritz Lang, 1953]

 

Glenn Ford junto a Gloria Grahame en «The Big Heat» [Fritz Lang, 1953]

 

Un jovencísimo Ron Howard en «he Courtship of Eddie’s Father» [Vincente Minnelli, 1963]

 

 

 

 

 

 

Glenn Ford en «The Courtship of Eddie’s Father» [Vincente Minnelli, 1963]

 

 

 

 

 

 

Glenn Ford & Rita Hayworth en «Gilda» [Charles Vidor, 1946]

 

Glenn Ford & Rita Hayworth en «Gilda» [Charles Vidor, 1946]

 

Rita Hayworth & Steven Geray en «Gilda» [Charles Vidor, 1946]

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Pedro García Cueto