Los siete puentes de Königsberg – Un divertimento en siete escenas / Escena Cuarta – Nicola Carati

Los siete puentes de Königsberg – Un divertimento en siete escenas / Escena Cuarta – Nicola Carati

Los siete puentes de Königsberg – Un divertimento en siete escenas / Escena Cuarta

Escena Cuarta

[Mismo lugar. Media hora más tarde. La algarabía de los grupos de aficionados de diferentes selecciones nacionales que deambulan por las calles próximas al Café se hace notar]

 

[Woody Allen entra en el Café. Dario Fo vuelve a la mesa]

 

DF: Ah, ¿ya estás aquí? Estaba en el servicio. Menuda cola hay.

WA [irónico]: La igualdad fáctica ha llegado por fin.

DF: ¿Qué?

WA: Nada. Nadie sabe nada de él. Lo que hay es un montón de turistas haciéndose fotos delante de su casa. Parece ser que el Ayuntamiento de Kaliningrad está repartiendo trípticos con rutas turísticas y una de ellas es la Kant Tourist Route.

DF [con cara de asombro]: ¡Qué dices!

WA: Sí, mira, he recogido uno del suelo.

DF: ¿No nos habremos equivocado de día?

WA: Creo que no. Dijo el 25 de Junio, pasado el solsticio.

DF: Sí, pero de qué año. O siglo.

WA: No sé por qué me he acordado de Miss Julie. La acción transcurre durante la tarde-noche del solsticio, ¿no?

DF: De la víspera de San Giovanni, sí. Fröken Julie. Tremenda. Y tremendo Strindberg.

WA: Estaba muy loco, muy enfermo. ¿La has montado alguna vez?

DF: No, no. Cuando me dieron el Nobel pagué cierto tributo a Strindberg, pero no.

WA: ¿Cuándo te lo dieron, el premio?

DF: En el 97.

WA [melancólico]: … ¿por qué te moriste, Dario?

DF: Ya sabes. Esas cosas pasan. Lo siento.

WA: No, tranquilo. Tú no tienes la culpa, hombre. ¿Qué fue, en…?

DF: En 2016. El 13 de Octubre.

WA: Eres un muerto muy vivo. Pero, si te venía mal…

DF: ¡Me venía fatal!

WA [melancólico]: … de repente me viene Ghosts a la memoria.

DF: ¿Ibsen?

WA: Sí, pero el título en francés es más explícito y rotundo: Les Revenants. Los «revinientes», los que regresan de entre los muertos.

DF: Como en Vertigo.

WA: Sí. O como en Portrait of Jennie.

DF: Bueno, hombre, no te pongas triste. Hemos venido a estar un rato con Kant, y a charlar tranquilamente.

WA: ¿Qué me decías antes de lo del sueño, de lo del Traumarbeit?

DF: Supongo que conoces el mecanismo descrito por Freud, ¿no? Las distintas operaciones que nuestro inconsciente realiza durante el sueño.

WA: La «economía del sueño».

DF: Sí. Verdichtung, Verschiebung,  Rücksicht auf Darstellbarkeit, Sekundäre Bearbeitung. ¡Es todo un trabajo literario, retórico!

WA: O sea, que Lacan tiene razón.

DF: En parte sí. Cuando soñamos estamos escribiendo una obra de teatro. No se trata tan sólo de un texto. Es el borrador de un montaje escénico.

WA: ¿No podría ser el borrador de un guión cinematográfico?

DF: La metafísica occidental es una historia de la óptica. Eso ya lo vio Roberto Grosseteste.

WA: ¿Quién?

DF: Y Shiháb ad-DínYa~yá Suhrawardi. Lo que quiero decir es que estamos demasiado influidos por la estética óptica. Piensa que el olfato, por ejemplo, es probablemente el sentido más primitivo.

WA: Por eso lo defendía tanto Nietzsche.

DF: Sí, claro. Era un buen sabueso.

WA: Oye, si pudiéramos conectar todo ese proceso de condensación, desplazamiento, etc. con las cosas que deja caer Kant en su Crítica del Juicio, en la parte estética, …

DF: Ya te veo, bribón. Pero Kant sigue siendo demasiado «óptico». Tu te refieres al origen fenomenológico del pensar, a la pre-fenomenalidad del fenómeno, algo pre-logico. Al hacerse «mundo» del mundo.

WA: ¿Heidegger?

DF: … ¿cómo era eso del Aufleuchten?

WA: Sigue siendo muy óptico.

DF: ¡Ya me acuerdo! Mira: Hat das Dasein selbst im Umkreis seines besorgenden Aufgehens bei dem zuhandenen Zeug eine Seinsmöglichkeit, in der ihm mit dem besorgten innerweltlichen Seienden in gewiser Weise dessen Weltlichkeit aufleuchtet? Sein und Zeit,  §16.

WA: ¡Pero, Dario, ¿has perdido la cabeza?!

DF [desconcertado]: … ¿qué ocurre?

WA: ¡Me estás hablando del mismísimo diablo en persona! Mefistófeles.

DF [por vez primera algo titubeante]: … sí, perdona, no sé qué me ha pasado. Era el entusiasmo. Ya sabes, ves conexiones y …

WA: En cualquier caso, aufleuchten es un verbo precioso.

DF: ¿Sabes que Ingeborg Bachmann escribió su disertación sobre Heidegger?

WA: … pero, y qué pensaría Celan.

DF: Estaban enamorados. De la potencia de la palabra, también. Escucha: Der Früchte Luft muß durch die Straßen gehen.
Streut die Korinthen aus, die Feigen bringt, die Kapern!

WA: … Erde, Meer und Himmel.
Von Küssen zerwühlt
die Erde,
das Meer und der Himmel.
Von meinen Worten umklammert
die Erde,
von meinem letzten Wort noch umklammert
das Meer und der Himmel!

DF: ¡Vaya! Me has dejado de una pieza. No te creía tan lírico.

WA: Se trata de Ingeborg.

DF: Lo de su muerte sigue siendo un misterio.

WA: ¿No se suicidó, piensas?

DF: Il n’y a qu’un problème philosophique vraiment sérieux : c’est le suicide.

WA: ¿Sabes que me tomaría un Gin Tonic?

DF: Pues van a ser dos.

  

 

 

 

 

 

 

 

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