La máquina onírica – Del comienzo de la dominación [Escrituras automáticas VI] – II

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La máquina onírica – Del comienzo de la dominación [Escrituras automáticas VI] – II

solo está vivo lo que está lleno de contradicciones

Bertolt Brecht

la mente divaga entre discordancias que el cuerpo suele resolver
pero a veces el cuerpo hace que esa ambigüedad se haga más evidente

una de las raíces de mi oscuridad reside en el deleite de que me eclipses cualquier luz

nos necesitamos, sí
pero de esa extraña forma en que se necesitan los que saben que tienen el poder de destrozarse

(lo absurdo es
que mi cabeza te encuentre siempre entre cualquier multitud)

*

no existe la sumisión voluntaria
cualquier acto de sometimiento no es más que una artimaña de dominación

a veces pasan mundos
allí
en la oscuridad del pasillo
estrecho
antesala del baño

de cualquier antro post bicho
donde tu nombre se dilata

no intercepta, se pone a tiro
como lo haría yo
hace que parezca casual
pero puedo oler su mirada en el silencio
y me relamo

-¿sabes qué soy?-me pregunta
-¿tú tampoco te defines?
-sí, ¿pero qué crees tú?

entonces lo miré
sus ojos bajaron al suelo
y mi pie
a su boca

el contraste
lo suave de la lengua
con lo áspero de su tristeza
¿de verdad quieres mis cadenas?

-sí, contra la pared, estoy deshabitado

y lo sabes
el tipo de caricia que él necesita
es una que le cruja los huesos

y en tus ojos ese cruce
entre cena y constrictor

-¿y tú… qué eres?-dijo la serpiente
-¿yo? no lo sé

-no me importa, tu belleza…
sé reconocer la belleza

se acerca, me huele y susurra:
-la belleza está por encima de cualquier esencia

y supe
que así empezaba su dominación

*

*

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Soledad Arcos