Los siete puentes de Königsberg – Un divertimento en siete escenas / Escena Sexta – Nicola Carati

Los siete puentes de Königsberg – Un divertimento en siete escenas / Escena Sexta – Nicola Carati

Los siete puentes de Königsberg – Un divertimento en siete escenas / Escena Sexta

Escena Sexta

 

[Mismo lugar. Las 01:26. El Café está atestado de gente. Hay un ambiente festivo y muy desenfadado. Por los altavoces se puede oír a duras penas un conocido standard]

 

DF: … oye, estoy disfrutando mucho de esta tarde. La verdad es que cuando me propusiste que nos encontráramos aquí, para ver a Kant y, en fin, charlar con él, tenía mis dudas… , pero, oye, chico, está resultando una tarde estupenda.

WA: Me alegro, Dario. Al final, lo de Kant va a ser un pretexto, ya verás. Aunque confío aún en que aparezca.

DF: Bueno, si aparece, bien, y si no, también.

 

[Se acerca un camarero con una bandeja repleta de pinchos y tostas, que va a ofreciendo en las distintas mesas]

 

DF: ¿Te apetece alguna cosa, Woody? Me está entrando hambre otra vez.

WA: Coge un par de tostas. A ver si hay alguna con queso fundido a las hierbas.

 

[Dario Fo le hace una seña al camarero y éste le dice con la mirada que enseguida se acerca]

 

DF: Me voy a tomar también un mojito. ¿Qué te parece?

WA: Bien, quelle aventure!, como dice Amédée en Les Enfants du marais. ¿La habrás visto, supongo?

DF: ¿Cuál?

WA: Les Enfants du marais.

DF: Ah, sí. La de Jean Becker, ¿no?. Deliciosa. Amédée , qué personaje…

DF: Oye, ese que canta, ¿no es Matt Monro?

WA: A ver… Sí, me parece que sí. Es esa de …

DF: Escucha [comienza a canturrear]:

Se tu mi guardi in fondo al cuor vedrai
Un nome scritto con le nuvole

E se quel nome leggerai
Una voce sentirai:
La mia voce che ti dice
T’amo, t’amo, t’amo.

Sulle parole che si spengono
Cadono mille note tenere
E per la mia felicità
Per la tua felicità
Questo canto resterà.

 

WA: En inglés dice otra cosa, me parece. A ver si me acuerdo…

DF [cantando]:

More than greatest love the world has known
This is the love I’ll give to you alone.
More than the simple words I try to say
I only live to love you more each day.

More than you’ll ever know my arms
Long to hold you so… my life
Will be in your keeping,
Waking, sleeping, laughing, weeping.

Longer than always is a long long time
But far beyond forever you’ll be mine
I know I never lived before
And my heart is very sure,
No one else could love you more.

 

WA: Eso, eso… Muy bien. [Tararea la canción] … Ahora que no nos oye nadie te diré que siento debilidad por Matt Monro. No es que Frank me guste menos, tiene el timbre perfecto de barítono, pero con Matt uno se enamoraría hasta de su sombra…

DF [sonriendo]: Estás hecho un romántico a tu pesar, me temo.

WA: … o es que huyo de las oscuridades de la física para refugiarme en las claridades de la matemática.

DF [riendo abiertamente]: Mamma mia! Pero, ¡qué te ha dado!

 

[Se acerca el camarero a la mesa y Dario Fo coge un par de tostas que parecen llevar queso y le pide un par de mojitos bien cargados]

 

WA: Es una frase preciosa. La llevo siempre conmigo.

DF [jocoso]: ¿Por qué, qué pasa, huyes de las mujeres?

WA: En todo caso, el bueno de Kepler. Pero no, aunque no creo que se llevara muy bien con ellas. ¿Sabes que salvó a su madre de ser quemada por bruja? La metieron una noche en un cesto de la ropa y la encerraron.

DF: ¡Vaya!, ¿y por qué?

WA: Resulta que él había escrito un libro, el Somnium, que es probablemente el primer relato de ciencia-ficción de la historia, en el que habla de viajar a la Luna y de conocer a sus habitantes, y claro…

DF: ¿De verdad? Pues brindemos por ese muchacho. [Coge una de las tostas y la eleva] ¡Por Kepler!

WA: Es un ejemplo, un verdadero ejemplo de lo que tiene que ser un científico; bueno, una persona.

DF: ¿Y eso de las oscuridades de la física?

WA: Es un asunto oscuro. La física, digo.

DF: Siempre he estado en contra de la línea recta, pero, a ver, es la distancia más corta entre dos puntos, ¿no?

WA: No, no es cierto. Es la línea curva.

DF: Pero que pillín eres, Woody. ¿Sabes? Creo que estás empezando a caerme bien.

WA: En realidad, el mejor diseño de la naturaleza, el más perfecto, hablo de diseño geométrico, es la espiral.

DF [chistoso]: Sí, claro, donde esté la espiral que se quiten las curvas…

WA: La espiral está hecha de curvas.

DF: … pues, que se quiten las rectas. A ésas sí que no las aguanto. Por ejemplo, veo a Trump y veo rectas. Me imagino a Putin, y veo rectas. ¿Entiendes?

WA: Claro.

DF [dubitativo]: … lo que no sé es por qué ius acabó siendo diritto. El poder siempre tiene un rostro hecho a base de líneas rectas, aunque se disfrace con curvas. ¡Cuidadito con los banqueros curvilíneos!

WA: ¿Es ése el problema de la justicia?, ¿tú crees?

DF: Qué decía Foucault, que ningún signo es inocente, ¿no? Pues, eso, ahí lo tienes.

WA: El anarquismo no es más que una actitud, Dario, aunque absolutamente necesaria.

DF: … sí, pero hay que estar vigilantes. Ningún signo es inocente.

WA: Y en esto ¿cómo ves a Kant?

DF: …tengo que reconocer, a pesar de todo, que Kant es el maestro de la sutileza. Es tan… ¡potente y profundo!. Pero, claro, no podía saltar por encima de su sombra. Es honesto, y eso es algo, al menos.

WA: Tiene algunos momentos sublimes, en que parece que va más allá de sí mismo. En la Analítica de lo sublime, por ejemplo, cuando, así, a lo tonto, te presenta una concepción del tiempo más profunda que la de la Estética de la primera Crítica. Es tremendo.

DF: Sí, tienes razón. Pero, bueno, ya en la primera Crítica hay cosas que se salen. La célebre nota a pie de página del parágrafo 25, por ejemplo. ¿Es el 25?

WA: ¿Te refieres a lo del espacio?

DF: Sí, sí… lo del espacio.

WA: Yo creo que eso está en el 26, en B161, ¿no?

DF: ¡Lástima que ese pesado no haya regresado aún! Podría sacarnos de dudas.

WA: En cualquier caso, Dario, esté donde esté, es de lo más sutil que puede haber. Pero es que sus notas al pie son tratados enteros, síntesis de miles de libros.

DF: Es tremendo el tío, sí. Menos mal que no escribió más que tres Críticas, si no, … mamma mia!

WA [riendo]: … ¡quita, quita! Otra Crítica más y acabamos mentalmente desahuciados.

DF: Hay que leerlo con mucho cuidado, con mucha atención. Cuando parece que ya lo has entendido todo, viene una notita o un paréntesis que te dejan patidifuso. Y vuelta a empezar. Lo del espacio, por ejemplo. Lees las Críticas y parece que el tiempo es el campeón, que ha ganado todas la batallas. Y que el espacio es como un hermano mellizo menor, algo deficiente, pero ¡qué va!… La gente es que no lo lee con atención. Bueno, a lo mejor no todos.

WA: Sé por dónde vas. Parágrafo 6, B51, ¿no?

DF: Menos mal que a ti te funciona la memoria. Por cierto, el mojito está de miedo, ¿no crees?

WA: Sí, creo que me voy a empezar a aficionar a esto. [Comienza a canturrear]:

 

Oh, the good life, full of fun seems to be the ideal
Mm, the good life lets you hide all the sadness you feel
You won’t really fall in love for you can’t take the chance
So please be honest with yourself, don’t try to fake romance…

 

DF [riendo]: ¡Estás hecho todo un Tony Bennett!

WA [bajando al cabeza]: … se hace lo que se puede.

 DF: ¿Dónde estábamos? … Ah, sí … bueno, en fin, por no hablar de lo de la acquisitio originaria de ambos, del espacio y el tiempo.

WA [mordiendo la tosta]: Y eso está ya en la célebre respuesta a Eberhard, nada menos, ¿no es así? Cuando lo leí no pude contenerme y llamé a mi tía Mildred, que vive en Pittsburgh.

DF [algo asombrado]: ¿A tu tía? ¿Por qué?

WA: No sé. Llevaba casi veinte años sin hablar con ella y de repente la alegría del momento me hizo pensar en ella; así que no tuve más remedio que llamarla por teléfono. Tan sólo quería saludarla. Si lo supiera Kant, se echaría a reír.

DF: Mira que eres raro, Woody. Si al final aparece, se lo cuentas. O, espera, no, mejor no… no vaya a ponerse serio y a explicarnos las bondades de llamar a familiares de los que no sabes nada desde hace más de veinte años… Capaz.

DF: ¿Estás preparando algo últimamente?

WA [echando la silla para atrás y cruzando las piernas]: … estoy en un momento crítico. Doy vueltas como una polilla alrededor de la lámpara, pero no veo nada. Creo que desde Match Point no he hecho nada realmente bueno, interesante. ¿Sabes a qué me refiero?

DF [algo circunspecto]: Sí, claro. Es que haces una por año, Woody, y así es muy difícil. Match Point es casi una obra de arte.

WA: … ¿tú crees?

DF: Creo que lograste algo que normalmente se escapa: la contención. La justa medida. Claro que Crimen y castigo es una buena base. Tan sólo…

WA: ¿Qué?

DF: … no sé, la secuencia del asesinato de la vecina, de la señora mayor. Ahí, casi, casi…

WA: … casi, casi la fastidio, ¿no?

DF: Por cierto, la cosa rusa ya te venía de antes, ¿no? ¿Cuándo dirigiste Love and Death*?

WA: En el 75.

DF: … ¡en el 75! Madre mía, sí que hace…

WA: Pero aquello era una comedia satírica, aunque me lo pasé muy bien.

DF: Tenías al lado a Diane.

WA [con cierta añoranza]: Sí, qué tiempos.

DF: En esa película sacas algo de Kant, ¿no?

WA: Sí, claro. Cuando le explico a Sonia lo del imperativo categórico. Lo de no matar y todo eso.

DF: ¿Cómo es esa frase que le dices a ella… esa que recuerda a Los hermanos Karamázov?

WA [mira al techo y se concentra]: Ah, si Dios me diera una señal. Si me hablara una vez, algo, una frase, dos palabras, aunque sólo tosiera.

DF [riendo abiertamente]: … muy bueno, fantástico… ¿te tosió?

WA [repentinamente comienza a toser]: … vaya, algo se me ha ido por el otro lado.

DF: ¡Siempre hay que tener cuidado con el otro lado, mi querido Boris!

 

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Nota

La última noche de Boris Grushenko

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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