«Tener la carne», de Carla Nyman – Una reseña de Pedro García Cueto

«Tener la carne», de Carla Nyman – Una reseña de Pedro García Cueto

Tener la carne, de Carla Nyman [Reseña]

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Tener la carne, de Carla Nyman

Carla Nyman da un salto importante en esta novela Tener la carne, editada por Reservoir Books (Penguin Random House), donde el via crucis de una mujer que ha matado a su novio y lo pasea por la ciudad en silla de ruedas con su madre, se lleva a cabo con la pericia narrativa de una verdadera artista de la palabra, que enfatiza con muchos detalles el hecho del asesinato.

La directora de teatro, poeta y narradora, consigue meternos en la trama, llevarnos por la senda de un relato original, donde lo absurdo puede ser verosímil, porque, al huir de lo tradicional, convierte su historia en un verdadero juego. Los mensajes al buzón de voz del juez es un recurso magnífico, para que nosotros seamos parte de la historia.

La pericia narrativa es muy descriptiva, como en el capítulo “Estos son algunos datos de la víctima”, cuando dice:

“El peso de un cuerpo muerto no varía demasiado, solo que es más difícil acompañarlo porque no tiene forma de ayudar con su propio transporte. No es muy generoso en su voluntad por facilitar el trabajo. Todo sigue ahí dentrito, el número de órganos y la densidad es la misma, pero ahora es un saco que agarro desde la punta, me lo coloco en la espalda y echo a andar”.

Y la necesidad de convertir al juez en confidente, porque desde la personalidad de la joven y de la madre al anonimato del que ha de juzgar, plantea Carla Nyman una sociedad donde no reconocemos a las víctimas ni a los verdugos, todos somos víctimas en la línea de El proceso de Kafka. Sociedad que nos engulle, parece decirnos y lo hace con su lenguaje a veces escatológico, pero necesario, necesitamos esa verdad, para que la novela se convierta en honda, para que penetre en nosotros.

Y en el capítulo “Todo dado la vuelta y del revés”, podemos escuchar la respiración del muerto, su cuerpo desgarrado, para la joven todo es físico, el deseo, el asesinato, el paseo por las calles y la playa. Hay una enorme sensación de cuerpo vivo en esta novela que desgarra:

“Entré mirando cada paso que daba Bruno, un dos un dos. Podría haberme abalanzado sobre él, para asesinarlo y amarlo a partes iguales, hacerlo mi difunto y mi marido, hacerlo de mí, mío, y luego del coito pasarnos matrimonialmente por el campo, con un helado a limón y una flor en el pelo, podría haberme echado sobre él como loca, tomarnos un champagne a la luz de las velas”.

Las escenas que parecen sacadas del gore, del sexo duro, con las escenas líricas, todo cabe en esta novela que es como una pesadilla, que va a dejándonos hecho trizas, nos envuelve la prosa rítmica de Carla Nyman, como una danza de la muerte o como un coito universal.

Estamos ante una novela tremendamente original, atrevida, nada convencional, donde siempre lleva a cuestas a Bruno, y la confesión resulta una forma de amor, a ese ser anónimo que ha de juzgarla. La maldad, el deseo, la traición, el sexo, la violencia, todo ese universo lo teje con esmero Carla Nyman en una novela sorprendente, donde nos adentramos como en un túnel, en una oquedad, donde no sabemos salir. Un debut magnífico para una gran narradora que describe el mundo, sus luces y sus sombras.

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Pedro García Cueto

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Nota

Carla Nyman. Tener la carne. Reservoir Books [Penguin Random House], 2023. ISBN: 978-8419437440.

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