Violonchelo – Tomás Gago Blanco [Primera Antología breve de cuentos y relatos breves «Jinetes en la tormenta» – Ilustración de Gemma Queralt Izquierdo]
![Violonchelo – Tomás Gago Blanco [Primera Antología breve de cuentos y relatos breves «Jinetes en la tormenta» – Ilustración de Gemma Queralt Izquierdo]](https://cafemontaigne.com/wp-content/uploads/EHO-5-800x500_c.jpg)
El habitante del Otoño – Número especial
Primera Antología breve de cuentos y relatos breves «Jinetes en la tormenta»
***

Gemma Queralt Izquierdo – Acuarela [Ilustración para El habitante del Otoño]
***
Violonchelo
Me miro a los ojos. El rostro reflejado en el espejo devuelve una mirada fría, desconocida, parece un entomólogo observando un ser extraño.
Siento mi mirada atravesando mi pupila, abriéndose camino a través del nervio óptico en busca de lugares recónditos de mi cerebro donde oculto mis íntimos secretos.
Desvío la mirada con esfuerzo, recupero la realidad. Por ahora mis secretos están a salvo de mi mismo.
“Por ahora”, dice la voz oculta en mi mirada.
Hoy volveré a la ópera para verte, para seguir tus movimientos ondulantes, sinuosos, agresivos.
Cada vez me resulta más difícil ocultarte a mi mirada.
Desde el palco escucho afinar los instrumentos, la aparente anarquía de las cuerdas, de los vientos, los sonidos singulares que pronto serán tonales melodías.
“Tus ojos se van hacia los chelos”, dice mi mirada escarbando en mi pupila. Ahora estoy preparado, no permito su introspección en mi cerebro. Rebota, se pierde, se olvida.
La mirada pasa delicada por las trompas, clarinetes, violonchelos y te veo. Tus piernas abrazan su cuerpo, mi cuerpo, asiendo el mástil con mano decidida. Aparto la mirada. Alguien nos saluda, mi mirada se despierta y sigue la dirección de mi saludo, yo disimulo y te sonrío, ahí, en el foso, sin verte, sin mirarte, no me ves y yo te veo.
La obertura.
Por un momento no puedo evitar girar mi rostro al Conde Luna, a Leonora, Manrico y Azucena. Desde mi posición privilegiada el duelo fratricida crece intenso imparable hacia el fin, a la locura.
Siento mi mirada doblegada por la música, el coro de gitanos la transforma, yo aprovecho para mirarte complacido, tu mano asida al mástil dulcemente, con firmeza, el arco recorre galopante con sus crines cuatro cuerdas, mi destino.
“Te estoy mirando” dice mi mirada con sonrisa retorcida. “A ella, a tu mujer, podrás engañarla, a mí no me engañas”.
Ahora me mira, parece que me mira, precisamente cuando menos lo esperaba. “No te hagas ilusiones” dice mi mirada. “Sonríe, es cierto, a su compañero, aprovechando los aplausos”.
Silencio nuevamente.
“Nada hay extraño”, le digo a mi mirada, “me gustan las orquestas, los arcos y las cuerdas, los metales, las maderas, la música vocal”.
“¿Te gusta el violonchelo?” pregunta mi mirada.
“Me gusta y lo miro cuanto quiero”, grita mi cerebro en un suspiro.
De nuevo el coro de gitanos, mi cuerpo escucha unificado, luego queda un eco: “La zingarella, la zingarella”.
“Ahora miro el foso, si, a ti, a mi mirada te lo digo. Siento sus ojos en los míos. A ti te lo digo, escudriña su mirada y contéstame, ¿es a mi a quien abraza entre sus piernas?, que instrumento recorre con su mano buscando las notas elegidas, los sonidos esperados, los suspiros, los temblores. A ti, mi mirada te lo digo, se por una vez cómplice de mis ojos, ¿es a mí a quien mira?”
“Querido amigo, si por ti existo no puedo yo engañarte, lo que él mira son las cuerdas, el cordal con sus llaves y la espiga, lo que acaricia con su mano es la cabeza del mástil, la voluta”.
Me despiertan los aplausos, mi mujer con su sonrisa me condena: “te ha gustado, lo noto en tu mirada”.
Yo no aplaudo, miro el foso, el cuarteto de los chelos charla ajeno. Un ligero escalofrío, sabor amargo en la base de la boca, ganas de vomitar, me disculpo, salgo tropezando al antepalco.
¡Malditos violonchelos!
“Sobrevivirás”, sonríe con sorna mi mirada. “Dentro de unos días, en el Auditorio, volveremos a verlo en un octeto”.
***
Tomás Gago Blanco
_____________
Ilustración de Gemma Queralt Izquierdo
Related Articles
![Cosas de niños – [El habitante del Otoño – Cuarta antología de cuentos y relatos breves – XIII] – Antonio Villalba Moreno](https://cafemontaigne.com/wp-content/uploads/CM-EHO-12-248x165_c.png)
Cosas de niños – [El habitante del Otoño – Cuarta antología de cuentos y relatos breves – XIII] – Antonio Villalba Moreno
![En Otoño – Nuria Vicente [Primera Antología breve de cuentos y relatos breves «Jinetes en la tormenta» – Microrrelato ilustrado de Nuria Vicente]](https://cafemontaigne.com/wp-content/uploads/Microrrelato-1-248x165_c.jpg)
En Otoño – Nuria Vicente [Primera Antología breve de cuentos y relatos breves «Jinetes en la tormenta» – Microrrelato ilustrado de Nuria Vicente]
![Una sonrisa desconcertante – [El habitante del Otoño – Segunda antología de cuentos y relatos breves – X] – Antonio Villaba Moreno](https://cafemontaigne.com/wp-content/uploads/EHO-II-X-248x165_c.jpg)
Una sonrisa desconcertante – [El habitante del Otoño – Segunda antología de cuentos y relatos breves – X] – Antonio Villaba Moreno
![Del encuentro entre el Profeta y un criador de perros – Un relato sufí [El habitante del Otoño – Segunda antología de cuentos y relatos breves – XVI] – Estrella del Mar Carrillo Blanco](https://cafemontaigne.com/wp-content/uploads/NER-248x165_c.jpg)