Variaciones sobre Emma Zunz – [El habitante del Otoño – Cuarta antología de cuentos y relatos breves – XVI] – David Martínez de Antón

Variaciones sobre Emma Zunz – [El habitante del Otoño – Cuarta antología de cuentos y relatos breves – XVI] – David Martínez de Antón

Variaciones sobre Emma Zunz – [El habitante del Otoño – Cuarta antología de cuentos y relatos breves – XVI]

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Variaciones sobre Emma Zunz

El hombre, sueco o finlandés, no hablaba español. Contra toda costumbre y quizás envalentonado por los largos tragos de ron, aceptó a la mujer que se le ofrecía. Los compañeros no dejaron de mirarse entre risas cuando vieron que se levantaba mientras la agarraba de un brazo. Buscó entre pasillos, escaleras y puertas el camino a su cuarto. Estaba tan borracho que a la mañana siguiente juraría haber pasado al menos dos veces por delante de su puerta.

Dentro de la habitación no hubo misterios, se desnudó rápidamente y para su propia sorpresa se encontró preparado para el salvaje juego del amor. Había algo, quizás un parecido sutil con su mujer, que le enfurecía. No esperó a que ella se desnudara: le arrancó la ropa y vio el pudor en sus ojos y en cómo se tapaba con una mano uno de los pezones y con la otra el sexo profundo. Hubo un momento en el que pensó que tendría compasión, sin embargo, una lenta mirada a su chaqueta le acabó por enfurecer de nuevo. La arrojó contra la cama y la penetró con toda la fuerza que tenía, una y otra vez, cada vez con más fuerza mientras se mordía los labios para contener las lágrimas y gritaba en su lengua barbaridades que creía no conocer. No duró mucho. Cuando terminó, salió de ella y se levantó para vestirse. Pudo ver que de ella manaban una mezcla de sangre y semen.

Cuando buscaba la cartera, rozó la carta y estuvo a punto de leerla. Juzgó con la clarividencia de los borrachos que no era el momento oportuno. Y dejó sobre la mesita el sueldo de un mes de marinero en el otro lado del mundo. Se iba rezongando maldiciones contra su mujer. Iba a ser padre y llevaba navegando un año y medio.

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David Martínez de Antón

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